Historia y Primeros Brotes de Legionellosis
Historia de la Legionellosis
Historia de la Legionellosis
El Dr. Joseph McDade y su equipo del Center of Prevention and Control of Diseases (CDC) anunciaron, el día 18 de enero de 1977, el descubrimiento de una nueva bacteria. El hallazgo fue el fruto de las investigaciones iniciadas, casi siete meses antes, tras la misteriosa e inexplicable infección y muerte de muchos asistentes a la 58ª Convención de la Legión Americana del Estado de Pennsylvania, alojados en el Hotel Bellevue Stratford (Filadelfia) celebrada entre los días 21 y 24 de julio de 1976.
De los 4.000 asistentes, 600 fueron alojados en el hotel Bellevue Stratford. De ellos y también de otras personas no alojadas en el hotel, 223 presentaron, durante los días posteriores, diversos síntomas como fiebre, tos y dificultad para respirar. Tras registrar un total de 29 muertes, varias agencias y laboratorios investigaron el origen de lo que la prensa pronto bautizó como la Enfermedad del Legionario.
Tras el descubrimiento de McDade, que bautizó a esa nueva bacteria como Legionella, varios científicos se lanzaron a su estudio El Dr. Carl Fliermans descubrió que los lípidos de la Legionella se parecían a los de las bacterias que había encontrado en las regiones templadas del Parque Nacional de Yellowstone. Estas bacterias tienden a vivir en temperaturas templadas y en los biofilms, asociadas con algunas especies de algas. Posteriormente, Fliermans empezó a estudiar otros hábitats acuáticos y encontró que esta bacteria reside en las aguas templadas naturales en todos los Estados Unidos y, sobre todo, en las torres de refrigeración de aire acondicionado.
Esto permitió descubrir que el bacilo de la legionelosis se había transmitido por el sistema de aire acondicionado, en las gotas de agua aerosolizadas. En el tracto respiratorio de las personas que inhalaron los aerosoles, se multiplicaron las bacterias en el interior de unas células denominadas macrófagos, donde se protegían del ambiente hostil del sistema inmune humano. Posteriormente, causaban los síntomas de neumonía, que era la causa de la muerte.
El primer caso en Europa, en Benidorm
El primer brote conocido en Europa aconteció en España, durante el verano de 1973, en un hotel de Benidorm. El 24 de julio de 1973, el equipo médico del aeropuerto de Abbotsinch, de Glasgow, informó a las autoridades que un turista que procedía de Benidorm estaba muy grave y cuando aterrizó el avión el hombre, de 54 años, había fallecido. En la semana siguiente, otros dos hombres también fallecieron.
En el viaje, organizado por un gran tour operador británico, viajaban 189 personas, mayoritariamente de Escocia y una pequeña proporción de otras zonas de Reino Unido. Salieron del aeropuerto de Escocia el día 14 de julio y se alojaron en el hotel, que estaba recién construido en 1971. Durante la estancia, según la encuesta que se hizo a 252 clientes, 164 personas se pusieron enfermas, y aunque la mayoría (26%) tenían molestias digestivas, un 20% tenía trastornos respiratorios y otro 14 % tenía alteraciones digestivas y respiratorias. Ello podría indicar que la higiene alimentaria y el nivel de cloración del agua del hotel no deberían ser los más adecuados. No había ninguna distribución entre las habitaciones del hotel ni tampoco en el día de inicio de los síntomas, por lo que debía tratarse de una afección global de los clientes. Entre los clientes de otros tres hoteles de Benidorm que se investigaron, también había un elevado número de clientes con infecciones alimentarias (32%), pero sólo un 7 % con alteraciones respiratorias. También se investigó el avión de ida, un Boeing 737, pero no se encontraron hallazgos concluyentes. Se descartó de la misma manera la implicación de animales, pájaros o artrópodos ni de otros tóxicos en el brote de la enfermedad.
Los periódicos de la época hablaban en sus titulares de la “Benidorm bug” o “Benidorm episode” para calificar el misterio de la enfermedad del hotel. Como cuenta el periódico escocés The Sunday Post, en sus páginas del día 11 de septiembre de 1977, un especialista en enfermedades infecciosas del Hospital Ruchill, de Glasgow, oyó en la radio de su coche que se había descubierto la bacteria del brote del hotel de Filadelfia. Inició una investigación sobre las muestras de los enfermos de Benidorm y al final pudo concluir que se trataba de la misma bacteria.
En este hotel de Benidorm, se siguieron observando casos. En 1977, se sabe que falleció otro turista escocés y en el verano de 1980, se produjo otro brote en el mismo hotel con 59 enfermos y un fallecido. Entonces, se llegó a la conclusión de que la fuente de contaminación se encontraba en la red de agua potable del hotel, puesto que no había otras fuentes como torres de refrigeración o spas que pudieran estar implicadas. De las 22 muestras de agua que se tomaron, se pudo cultivar Legionella pneumophyla serogrupo 1 en el agua potable de la peluquería y de las duchas de la tercera planta. A partir de ahí, se realizaron algunos cambios en la red del agua, se hizo una hipercloración del agua a 60 ppm de cloro libre residual y se elevó la temperatura de los acumuladores de agua caliente sanitaria hasta 90 ºC. Con otras medidas de mantenimiento, se evitó la aparición de nuevos casos de enfermedad.
Por ello, podemos afirmar que el primer brote conocido de Enfermedad del Legionario en un hotel ocurrió en este establecimiento de Benidorm, tres años antes al brote de Filadelfia. De ese modo, hay que reconocer los trabajos de investigación y epidemiología de los británicos Dres. Grist, Reid y los españoles Nájera, Valenciano, Cañada y Casal y al Dr. Joaquín de Juan y don Joaquín Ortiz, médico y farmacéutico titulares de Benidorm. Su trabajó debió ser muy difícil y complicado ante un brote de una nueva enfermedad, con los escasos medios de una España poco desarrollada científicamente y ante el desconocimiento de la situación y la presión de los medios de comunicación y tour operadores.
Con este brote, ya se vislumbraba la importante relación que el turismo y los hoteles iban a tener con la enfermedad del Legionario. Esta relación ha devenido en importantes protocolos de prevención, de información epidemiológica, de acciones mediáticas y de repercusión económica en un sector tan sensible a cualquier incidente como es el turismo.
El primer gran brote en Reino Unido.
En abril de 1985, 175 pacientes fueron ingresados en los hospitales del distrito de Kingsmead, en Stafford (Reino Unido) con infección respiratoria o neumonía. Un total de 28 personas murieron. El diagnóstico médico demostró que la legionelosis era la responsable y una rápida investigación epidemiológica logró demostrar que el origen de la infección era una torre de refrigeración situada en el techo del propio Hospital de Stafford. La infección afectó principalmente a la zona de pacientes externos y se demostró que muchos de los trabajadores del hospital poseían anticuerpos que demostraban el contacto continuado con la bacteria.
Un brote en una Feria de flores en Holanda relacionada con un jacuzzi.
El 25 de febrero de 1999 se inició en Bovenkarspel, Holanda, uno de los más grandes brotes de legionelosis en la historia. Con al menos 32 muertas y 206 infecciones graves fue el brote de legionelosis con mayor mortalidad desde el de 1976 en Filadelfia. Entre el 19 al 28 de febrero de 1999, la feria Westfriese Flora tuvo lugar en Bovenkarspel, una de las exposiciones de flores de interior más grandes del mundo.
En el salón 3 de la feria, se exponían varios jacuzzis, uno de los cuales se llenó de agua de una conducción que se encontraba estancada y se calentó a 37 ºC . Se debió desarrollar un tipo muy agresivo de legionella pneumophila. Y además el expositor no añadió ningún desinfectante al agua del jacuzzi. Desde el 7 de marzo, 13 pacientes fueron ingresados en el Hospital Westfries Gasthuis en Hoorn. Como no se podía diagnosticar a los pacientes, se recurrió al Centro Médico Universitario de Amsterdam. Este Centro había diagnosticado inicialmente seis pacientes con legionelosis y pronto se relacionaron con la Westfriese Flora.
El 12 de marzo, el Instituto Nacional de Holanda para la salud pública y el medio ambiente (RIVM) emitió una alerta epidemiológica a todos los médicos y hospitales, sobre aquellos visitantes de la feria que pudieran enfermar con síntomas parecidos a la neumonía. En las semanas siguientes, hasta 318 casos se registraron en los Países Bajos. Todos los pacientes habían visitado la Westfriese Flora después del 22 de febrero y habían enfermado entre el 25 de febrero y el 16 de marzo. Se sabe que murieron 32 personas de la infección, uno de ellos en 2001 después de prolongada enfermedad. Seguramente, más pacientes murieron de legionelosis, pero fueron enterrados antes de que la infección pudiese ser diagnosticada.
En esa época, el gobierno holandés publicaba una lista de hoteles donde se habían producido casos y brotes de la enfermedad entre los turistas que los visitaban. Esta lista produjo una importante polémica y una reacción de los países mediterráneos como España, cuyos hoteles habían aparecido en la lista. Al surgir el brote de la feria de las flores, el gobierno holandés retiró la lista y dejó de mirar a otros países para mirarse también a si mismo.
La enfermedad también aparece en Australia.
En abril del 2000, se produjo un nuevo brote de Legionella en Melbourne, Australia. Se confirmaron 125 casos de los que 95 tuvieron que ser hospitalizados y de ellos cuatro fallecieron. La investigación concluyó que la fuente de la infección estaba en una torre de refrigeración del Aquarium y la mayoría de los pacientes eran visitantes. Desde entonces, la enfermedad del legionario se consideró como de declaración obligatoria en Australia y se publicaron medidas legales en 2001 para mejorar el control de la legionelosis.
Otro brote en el Reino Unido.
En 2002, la población portuaria de Barrow-in-Furness, en Inglaterra, sufrió un brote de legionelosis. Seis mujeres y un hombre fallecieron por la enfermedad y otras 172 personas contrajeron la enfermedad. El origen de la infección se encontró en una torre de refrigeración del Forum 28, un centro de arte y teatro de esta ciudad de más de 70.000 habitantes.
El fiscal de Furness y Cumbria criticó al Ayuntamiento por sus fallos con respecto a la salud y seguridad en las conclusiones de la investigación en las siete muertes. En 2006, Gillian Beckingham, empleado del Consejo y el Barrow Borough Council fueron acusados de siete cargos de homicidio involuntario, pero ambos admitieron su culpa de no cumplir las normas de la salud y la seguridad en el trabajo. El Consejo fue el primer organismo público en el país que se ha enfrentado cargos de homicidio corporativo.
Brote en Toronto.
En septiembre de 2005, 135 personas enfermaron de legionelosis relacionadas con la residencia para ancianos Seven Oaks. De ellos, 70 eran residentes, 39 empleados, 21 visitantes y 5 vecinos del edificio. Un total de 23 residentes fallecieron.
El 6 de octubre, el Dr. McKeown, director de salud pública, anunció que una torre de refrigeración del edificio era la causa del brote y clausuró su funcionamiento. Los aerosoles de esta torre se introdujeron a través de la ventilación en el interior del geriátrico, donde los enfermos adquirieron la bacteria.
La Legionella llega también al Play Boy en Los Angeles.
Funcionarios de salud pública del Condado de Los Angeles confirmaron que había llegado a 200 el número de personas que enfermaron después de una Conferencia de cuatro días que culminó en una reunión para recaudación de fondos en la Mansión Playboy. Asistieron mas de 700 personas de 30 países a esta Conferencia celebrada en el Fairmont Miramar Hotel & Bungalows en Santa Mónica, entre el 1 al 3 de febrero de 2011. Teri Thomerson, una portavoz de Playboy, declaró que, "La mansión estaba cooperando plenamente con el Departamento de salud pública en su investigación".
La bacteria Legionella se encontró en un jacuzzi de la mansión y no se informó de ningún fallecimiento.
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