ÚLTIMAS PUBLICACIONES DEL USO DE MONOCLORAMINA FRENTE A LEGIONELLA EN EL AGUA DE EDIFICIOS
11 Diciembre, 2025
La mayor fuente de legionelosis en los grandes edificios se origina en las redes interiores de agua potable y, concretamente, en el agua caliente. Las temperaturas inadecuadas, los estancamientos de agua, el retorno deficiente o la ausencia de niveles suficientes de un desinfectante como el cloro son puntos críticos que aumentan el riesgo de Legionella en estas instalaciones.
La erradicación de Legionella en estas redes es una tarea imposible dadas las características de la biología y comportamiento de la bacteria en estas redes y específicamente en su biofilm.
No obstante, son varias las posibilidades de desinfección secundaria o complementaria a la procedente de la red de abastecimiento. Entre otras, las más habituales que se utilizan como medio de minimizar el riesgo de Legionella en el agua caliente son la hipercloración mantenida, los filtros bacterianos en punto final, la pasteurización o la desinfección con dióxido de cloro, peróxido de hidrógeno, ozono, cobre-plata o monocloraminas fundamentalmente.
Recientemente, en los días 12 a 14 de noviembre se ha celebrado en Palermo (Italia) la 9ª reunión del ESCMID Study Group of Legionella Infections (ESGLI), que ha reunido a los mejores expertos europeos en materia de prevención y control de Legionella.
En este evento científico, han sido varias las ponencias y posters que se han referido al uso de monocloraminas en el agua de grandes edificios como residencias, hospitales, hoteles,… Estos son los más relevantes:
1. Un estudio ha descrito los resultados de 17 años de vigilancia ambiental (2008-2025) en el agua caliente doméstica (DHW) del hospital ASST Spedali Civili en Brescia (Italia). Se evaluaron un total de 4.017 muestras de agua del control rutinario, considerándose positivas las que superaban el límite de 100 UFC/l, según las normas nacionales italianas.
Los métodos de desinfección del DHW cambiaron del uso de dióxido de cloro en los períodos 2008-2013 y 2020-2024 a monocloramina en el período 2014-2019 y a principios de 2025. El porcentaje de muestras positivas no superó el 10% durante el período 2008-2013, se redujo aún más por debajo del 3% durante el período 2014-2019 y luego mostró un aumento significativo en 2020 (43,2% frente a 1,7%), con una concentración superior a 10.000 UFC/l en el 56% de los casos.
Tras repetidos intentos de control con hipercloración, uso de filtros absolutos en salas de alto riesgo o sustitución de grifos y duchas, se obtuvo una disminución en la positividad general al 12,7 % en 2023, pero en 2024 el 30,2 % de las muestras eran positivas. A principios de 2025, después de la reintroducción de la monocloramina, se observó una disminución significativa de la colonización de Legionella (30,2 % frente a 15 %, p=0,0007).
Como conclusión, los datos de vigilancia microbiológica revelaron que la desinfección a base de monocloramina parece ser más efectiva que el dióxido de cloro para la prevención del riesgo asociado a Legionella.
2. Un hospital de 16 pisos en el norte de Italia fue muestreado mensualmente en 16 puntos para Legionella mediante cultivo con el método ISO 11731:2017. De acuerdo con las Directrices italianas, las muestras superiores a 100 UFC/l se consideraron positivas. El agua potable del suministro municipal se trataba con monocloramina.
A finales de 2024, se realizó un muestreo para evaluar la presencia de Legionella en los sistemas de agua y el 44% de las muestras resultaron ser positivas para L. pneumophila sg. 1, otros serogrupos o Legionella spp., con un promedio cercano a 104 UFC/l. Dados los resultados satisfactorios a largo plazo obtenidos en DHW, se eligió la monocloramina como estrategia de desinfección secundaria también para el tratamiento en el agua fría.
El control mensual de Legionella realizado desde enero hasta la octubre de 2025 confirmó la efectividad del método pues excepto en enero y abril, con un 6,2% y 12,5% de positivos, respectivamente, todas las muestras recogidas fueron negativas, a pesar del aumento progresivo de la temperatura desde 17,1 a 26,4° C en verano. La concentración media máxima de monocloramina fue de 2,15 mg/l, muy por debajo del límite recomendado de 3 mg/l.
El estudio concluye que la desinfección secundaria con monocloramina es una estrategia efectiva para controlar Legionella no solo en DHW, sino también en las redes de agua fría.
3. En enero de 2024, tras tres casos de legionelosis en una residencia universitaria italiana, se realizó un muestreo en las redes de agua con la presencia de Legionella pneumophila sg.1 en todas las muestras, con un 50% y un 96% que superaron el límite de 1000 UFC/l en DW y DHW, respectivamente.
Se aplicó un sistema de desinfección con monocloraminas tanto para DW como para DHW y un plan de purgas para evitar el estancamiento del agua por la ocupación temporal del edificio. El muestreo realizado solo 15 días después de la implementación de tales medidas demostró la eliminación de Legionella de las redes DW y DHW con todas las muestras fueron negativas (<100 UFC/l). El resultado se confirmó en todos los muestreos posteriores realizadas hasta ahora, incluidas las de septiembre, después de las vacaciones de verano, y diciembre, durante las vacaciones.
4. Con el objetivo de controlar Pseudomonas y Legionella en dos hospitales oncológicos del Reino Unido, se instalaron generadores en los depósitos de agua fría, dosificando monocloramina en el agua fría a niveles no superiores a 3 mg/l.
Los puntos terminales muestreados habían dado positivo con anterioridad y el 100 % de los puntos fueron positivos antes de iniciar el estudio. Se estableció una dosificación para no exceder los 3 mg/l y se puso en marcha un plan de purgas para facilitar la difusión del desinfectante en las redes de agua. Los primeros resultados a los 15 días indicaron una marcada reducción del 98,4 % en la detección de Legionella. Además, también mostró una disminución significativa de Pseudomonas.