EL IMPORTANTE IMPACTO PSICOLÓGICO DE LOS CHINCHES DE LA CAMA

29 Junio, 2022
El chinche común, Cimex lectularius, ha sido un parásito de los humanos durante miles de años. Históricamente, estos diminutos insectos “chupasangres” eran habituales en las viviendas de todo el mundo. 

Casi habían desaparecido en los países desarrollados hasta mediados de la década de 1990, cuando empezaron a reaparecer debido a la restricción en el uso de algunos pesticidas, a los cambios en los modos del control de plagas y al aumento de los viajes internacionales. En muchas zonas del mundo, son ahora una importante plaga urbana.

Tras una ausencia de unos 70 años, han reaparecido en hoteles, balnearios, grandes almacenes, trenes y metros, cines y, por supuesto, en los hogares.

¿Cómo son los chinches de la cama?

Los chinches adultos miden unos 5 mm, tienen forma ovalada y aplanada y se asemejan a pequeñas cucarachas. Tienen una larga boca tubular que pueden extender para alimentarse de sangre. Un chinche necesita entre tres y diez minutos para consumir hasta seis veces su peso en sangre en una sola mordedura.

Los adultos son de color marrón rojizo, mientras que las crías son extremadamente pequeñas y de color blanco amarillento. Se esconden en grietas y hendiduras, generalmente cerca de la cama, y salen sólo para alimentarse de un huésped. Después vuelven a sus escondites, donde se aparean y ponen huevos. 

Las casas pueden infestarse con miles de estas pequeños insectos en el colchón y el somier, donde pueden observarse manchas fecales negras, heces espesas, pieles desprendidas o huevos.

Se ha sospechado que los chinches puedan transmitir más de 40 microorganismos patógenos, pero hay pocas evidencias científicas de que los chinches transmitan patógenos humanos, con la posible excepción del microorganismo que causa la enfermedad de Chagas. 

Sus principales efectos están relacionados con las molestas mordeduras y el picor y la inflamación que originan. Las reacciones más comunes son manchas rojas que pican sobre la mordedura, que suelen desaparecer en una semana aproximadamente. Algunas personas tienen reacciones cutáneas, como urticaria, ampollas o reacciones alérgicas.

El mayor impacto sanitario puede ser psicológico.

También hay que tener en cuenta los efectos emocionales y psicológicos que sufren las personas cuando descubren los chinches en la cama o si les muerde en alguna parte del cuerpo.

Un estudio sobre personas expuestas a las chinches de la cama ha analizado 135 publicaciones en Internet sobre infestaciones de chinches. 

La mayoría, el 81% de los mensajes, informaron de tres o más comportamientos asociados con el trastorno de estrés postraumático con reacciones como la re-experimentación del evento a través de recuerdos angustiosos y pesadillas, respuestas de susto y de hipervigilancia. 

Seis mensajes decían que practicaban limpiezas intensas y repetidas de las casas u oficinas y otros cinco mensajes declaraban que evitaban de forma persistente a personas, actividades o lugares que podrían provocar la transmisión de los insectos o el despertar recuerdos del encuentro inicial. En cinco mensajes, había comentarios con pensamientos o intentos de suicidio. 

Si se encuentra una infestación de chinches en una habitación de hotel, hay que informar inmediatamente a la dirección. Si encuentran chinches en una casa privada, no se debe atacarlas con un spray insecticida que se venda en un supermercado. La recomendación es ponerse en contacto con una empresa de control de plagas experta, que evaluará la plaga y utilizará medios químicos, físicos o térmicos para acabar con la infestación de chinches.

Para más información sobre chinches de la cama, entre en MICROSERVICES.
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