LUZ ULTRAVIOLETA EN EL AGUA POTABLE POR EL BROTE DE CRYPTOSPORIDIUM EN ARAGÓN

02 Noviembre, 2023
Hace 45 días de la declaración del brote de gastroenteritis por Cryptosporidium con 520 afectados en varios pueblos de Aragón, que obligó a suspender el abastecimiento de agua potable.
 
Ahora, el Gobierno de Aragón ha aprobado un gasto de 400.000 euros para la adquisición e instalación de radiación ultravioleta que permita la desinfección del agua frente a este protozoo.
 
La cloración habitual del agua potable es ineficaz frente a Cryptosporidium por lo que se instalarán equipos de radiación ultravioleta en los depósitos de agua.
 
Los equipos de luz ultravioleta se van a instalar en los depósitos de Tarazona, Los Fayos, Novallas y Torrellas para garantizar la calidad del agua los más de 11.000 vecinos tras la contaminación del río Queiles por el protozoo ‘Cryptosporidium’.
 
Las últimas muestras de agua del rio del pasado 16 de octubre, vuelven a reflejar una baja presencia del microorganismo. Por tercera semana consecutiva, todos los valores son muy inferiores a 0,1 ooquiste por litro de agua, el máximo permitido, y se sitúan en 0,03.
 
No obstante, los vecinos tendrán que esperar unos días para volver a la normalidad hasta que se terminen los tratamientos en las redes de abastecimiento.
 
Este pasado fin de semana se aplicó un tratamiento biocida en el sistema hídrico (conducciones, depósitos y redes de distribución) de las cuatro localidades, mediante un producto desinfectante para la eliminación del biofilm por un importe de 30.000 euros.
 
Todavía se desconoce el foco de la contaminación, pues los análisis llevados a cabo por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) el día 10 en la zona soriana del cauce y los vertidos de una piscifactoría, instalación que se tenía sospechas de ser la causante del brote, dan resultados de ausencia del protozoo.
 
Esta conclusión difiere de la obtenida de las muestras que se tomaron por iniciativa del Gobierno aragonés el pasado 26 de septiembre, en que sí se detectaron niveles elevados de ooquistes de ‘Cryptosporidium’, lo que llevó a determinar que el origen de la contaminación estaba en el tramo soriano del Queiles.
 
¿Cómo es la infección?
 
Cryptosporidium es un parásito intestinal que infecta a los seres humanos, el ganado vacuno, las ovejas, los roedores, los gatos y los perros, pero también las aves, los peces y los reptiles.  La mayoría de los casos humanos se deben a dos especies: Cryptosporidium hominis  y Cryptosporidium parvum.
 
En los seres humanos, la infección puede ser asintomática, aunque habitualmente los individuos sanos suelen desarrollar una diarrea que se resuelve en varios días. Por el contrario, los pacientes con el sistema inmunitario deteriorado pueden desarrollar una diarrea intensa y a veces mortal, muy difícil de tratar con los fármacos disponibles.
 
La transmisión es fecal-oral por ingestión de los ooquistes infecciosos, por contacto directo con personas o animales infectados o a través de agua y alimentos contaminados. 
 
Se han declarado brotes en hospitales, guarderías, dentro de los hogares, entre personas que comen los mismos alimentos o que realizan actividades acuáticas recreativas (en lagos y piscinas) y en municipios con abastecimientos de agua contaminados por Cryptosporidium, ya que puede sobrevivir a la mayoría de los sistemas habituales de desinfección, como la cloración.
 
Desinfección del agua potable.
 
Los desinfectantes convencionales como el cloro y la monocloramina tienen muy poco efecto sobre la infectividad de Cryptosporidium a las dosis utilizadas. El tratamiento con dióxido de cloro puede resultar en inactivación, pero la concentración de producto y el tiempo de contacto requeridos son altos, especialmente a bajas temperaturas. 
 
Asimismo, el ozono es el oxidante más potente, pero el nivel de inactivación que se puede alcanzar en el agua potable es muy limitado a bajas temperaturas.
 
Para inactivar a Cryptosporidium, el tratamiento con luz ultravioleta es muy eficaz, capaz de destruir el ADN del parásito. La luz ultravioleta se considera un desinfectante en la industria del agua apto para inactivar Cryptosporidium en un 99.99% con dosis relativamente bajas.
 
Las lámparas de luz ultravioleta no cambian las propiedades del agua tratada ni tienen peligro o efectos negativos en caso de sobredosificación y son una solución simple y barata.
 
También los procesos de filtración de arena y de tierra de diatomeas pueden eliminar el 99% de Cryptosporidium.