¿CÓMO ES LA INFECCIÓN QUE HA CAUSADO LOS BROTES POR CRYPTOSPORIDIUM ?

En las últimas semanas, los casos de gastroenteritis se han multiplicado en el municipio aragonés de Tarazona y se han extendido a la localidad de Novallas, con cerca de 500 afectados de Criptosporidiosis, cuyo origen se ha hallado en el agua de grifo de estas localidades.

Por ahora, el brote no parece haberse extendido a otros municipios que extraen el agua del río Queiles en Tarazona y las autoridades están buscando en el cauce de este río el tramo donde se origina el brote. Se barajado la posibilidad de que el origen de la contaminación pueda proceder de una piscifactoría.

Más de 13.000 personas residentes en Tarazona y en los pueblos vecinos de Novallas, Torrellas y Los Fayos, que comparten la captación de agua del mismo lugar, han sido advertidos de que no deben consumir el agua de sus domicilios.

El Gobierno de Aragón investiga la contaminación del río Queiles, del que se nutren Tarazona y localidades cercanas y ha alertado a Navarra y Castilla y León. El río Queiles nace en la provincia de Soria y desemboca en el Ebro a la altura del municipio navarro de Tudela. Salud Pública de Aragón ha determinado, tras los análisis del agua realizados en diferentes zonas del río Queiles, que el origen del brote no está en la Comunidad de Aragón sino en la de Castilla y León.

La Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad va a coordinar todas las actuaciones, junto con el Ministerio del Interior y las comunidades de Castilla y León, Aragón y Navarra, dado que esta última capta aguas del río Queiles para el llenado del embalse de la Dehesa, que abastece a varias localidades de la Comunidad Foral de Navarra.

Por otro lado, en Baena (Córdoba), han sido solo seis casos de la enfermedad que bebieron agua potable, pero se sigue sin encontrar al germen causante. Inicialmente, se detectó el germen en el agua potable y se declaró no era apta para el consumo humano. Posteriormente, los análisis del agua han dado negativo para la presencia del parásito (Cryptosporidium parvum).

La Junta de Andalucía ha analizado los manantiales de Fuente Alhama y el arroyo Marbella, que también han resultado negativos. Se está a la espera de los análisis que se han hecho en el embalse de Iznájar, desde donde sale el agua que beben más de 200.000 personas de todo el sur de Córdoba. 

En ambos brotes, al conocerse que el origen estaba en el agua del grifo, las autoridades municipales pidieron que ésta dejara de ser consumida ni para beber, ni para cocinar, ni para la limpieza dental, aunque se podría usar para la limpieza del hogar.

Cryptosporidium parvum y Cryptosporidium hominis son responsables de la mayoría de los casos de criptosporidiasis en seres humanos. Cryptosporidium es un protozoo intestinal que parasita a los animales domésticos y salvajes, pero también a los seres humanos. El reservorio más importante para la enfermedad humana son los seres humanos, el ganado bovino y otros animales domésticos.

Es uno de los principales responsables de la enfermedades gastrointestinales transmitidas por agua contaminada y alimentos a nivel mundial. De hecho, Cryptosporidium es la segunda causa principal de diarrea moderada a grave en niños menores de dos años y una causa importante de mortalidad en todo el mundo.

La mayoría de las infecciones desaparecen espontáneamente en las personas inmunocompetentes, pero pueden estar asociadas con síntomas crónicos, desnutrición y otras complicaciones en pacientes de alto riesgo. 

La criptosporidiosis es responsable del 0,6 al 7,3% de las enfermedades diarreicas en los países con sistemas de saneamiento modernos y de un porcentaje aún mayor en las áreas con saneamiento deficiente. 

El mecanismo de transmisión es fecal-oral, incluyendo la transmisión de persona a persona, de un animal a una persona y la transmisión de origen hídrico y alimentario. El patógeno puede persistir en el medio ambiente como un ooquiste que contiene cuatro esporozoitos, que son la forma infecciosa del parásito. 

Tras la exposición, el período de incubación oscila entre dos y diez días, con una media de siete días. Una vez ingerido, el ooquiste viaja al intestino delgado y se desenquista liberando los esporozoítos. que pueden acabar en el agua o en alimentos de distinto tipo, desde frutas y hortalizas hasta leche sin pasteurizar.

La capacidad de Cryptosporidium para sobrevivir en altas concentraciones de cloro y, en consecuencia, en las concentraciones de desinfectante habitualmente utilizadas en el tratamiento de agua, siempre ha sido un grave problema para los gestores plantas de tratamiento de agua potable. Las aguas potables y recreativas contaminadas representan la mayor parte de la exposición a Cryptosporidium spp. en países occidentales. 

En España, la criptosporidiosis es una enfermedad de declaración obligatoria. 

En el año 2022 en España excepto Baleares y Galicia, se notificaron un total de 805 casos (incidencia acumulada de 1,84 casos por 100.000 habitantes),

Los casos y brotes en Europa y Estados Unidos son frecuentes cada año. En los Estados Unidos, en el periodo 2015-2019, Cryptosporidium causó 76 brotes por bañarse en agua mal desinfectada en piscinas, jacuzzis y parques acuáticos, causando un total de 2.492 casos. Los brotes más importantes ocurrieron en 1993 en Milwaukee (EE. UU.), con 400.000 casos, y en el año 2010 en Suecia, con 27.000 casos.

La prevención de la criptosporidiosis implica medidas sanitarias adecuadas y el correcto lavado de manos, especialmente en centros sanitarios y guarderías y después de tener contacto con tierra, animales o personas infectados. Algunas otras medidas preventivas útiles implican no beber ni tragar agua de ríos, arroyos o de procedencia no controlada.

Evitar beber agua del grifo durante viajes internacionales a zonas donde el saneamiento es deficiente. En localidades dónde haya brotes activos es conveniente comer sólo alimentos cocinados, evitar la leche y los zumos no pasteurizados, y hervir el agua potable, incluyendo el agua para el cepillado de los dientes y el lavado de alimentos.

Otra fuente de la enfermedad es el agua contaminada de piscinas y spas debido a la emisión de heces por niños que están bañándose. Para evitar estos brotes en las piscinas, es recomendable disponer del documento de respuesta frente a incidentes fecales en las piscinas.