La Unión Europea prohibirá el uso de bisfenol A por su riesgo para la salud

13 Junio, 2024
Los Veintisiete han respaldado así la propuesta de la Comisión Europea para prohibir esta sustancia nociva para la salud, por lo que, tras un periodo de eliminación progresiva, ya no se permitirá el uso de esta sustancia química en estos productos en la UE.
 
La decisión se basa en una evaluación científica de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que concluyó que este compuesto tenía "posibles efectos nocivos sobre el sistema inmunitario".
 
Esta prohibición se aplicará principalmente al uso de bisfenol A en envases, como el recubrimiento utilizado en las latas de metal y a su uso en artículos de consumo como botellas de plástico reutilizables para bebidas, neveras de distribución de agua u otros utensilios de cocina.
 
La prohibición, que se propuso tras una consulta pública y amplios debates con todos los Estados miembros, se adoptará formalmente tras un periodo de examen por el Parlamento Europeo y el Consejo, y entrará en vigor a finales de 2024.
 
Se aplicarán excepciones limitadas cuando no existan alternativas seguras disponibles y periodos de transición cuando no supongan un riesgo para los consumidores. Esto permitirá a la industria adaptarse y evitar posibles alteraciones en la cadena alimentaria.
 
¿Qué es el bisfenol A?
 
El bisfenol A es una sustancia química que se utiliza en combinación con otras sustancias para fabricar plásticos y resinas. 
 
El bisfenol A (BPA) es una sustancia química sintética que, en combinación con otras sustancias, se pueden fabricar plásticos transparentes y rígidos para elaborar dispensadores de agua, recipientes para almacenamiento, botellas reutilizables para bebidas y resinas epoxídicas que sirven para fabricar recubrimientos protectores para latas de bebidas y alimentos. 
 
Además, el BPA se utiliza en el papel térmico, tintas, textiles, pinturas, adhesivos, equipos electrónicos, materiales de construcción como pisos, juguetes, CD´s, revestimientos para carrocerías de automóviles, dispositivos médicos y selladores dentales.
 
Según han advertido los científicos de la EFSA, las sustancias químicas como el BPA utilizadas en contenedores de productos alimenticios "pueden migrar en cantidades muy pequeñas a los alimentos y bebidas que contienen".