
EL CHOQUE TÉRMICO DEL AGUA FRENTE A LEGIONELLA ¿ES EFICAZ O PERJUDICIAL?
05 Mayo, 2025
Es un hecho demostrado que los edificios con sistemas de distribución de agua caliente sanitaria tienen más probabilidades de estar contaminados con L. pneumophila.
Por ello, las legislaciones obligan a disponer de una temperatura del agua de al menos 60 ºC en la acumulación y 50 ºC en los puntos terminales.
Incluso algunas normas y organismos establecen que la temperatura de los sistemas de agua caliente (ACS) en centros sanitarios debería mantenerse por encima de 55 ºC como parte de las medidas de control de rutina frente a Legionella (Health and Safety Executive (HSE), la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) 2015 o la Norma UNE 100030:2023.

Eficacia del choque térmico.
La pasteurización o choque térmico consiste en el aumento de la temperatura del ACS por encima de 70 ºC y purga posterior durante un tiempo en todos los puntos terminales. Este es un método que históricamente se ha utilizado para la desinfección de la Legionella en los sistemas interiores de agua, ya que no se necesita ningún equipo especial y se puede implementar rápidamente.
Para ello, según la EPA, se requiere que el proceso eleve la temperatura del ACS a 71-77 ºC para que se alcance al menos 65 ºC en los puntos terminales y se purguen de 10-30 minutos con el agua a esta temperatura.
Sin embargo, esta recomendación con fines preventivos siempre ha generado dudas sobre su eficacia a largo plazo, añadiendo además los inconvenientes del gasto energético, perjuicio a la instalación o riesgo de quemaduras que comporta a los usuarios.
Así, varios estudios han demostrado que este procedimiento utilizado de forma repetida es ineficaz, ya que Legionella sigue manteniendo una contaminación persistente o el sistema se volvió a colonizar rápidamente después de la desinfección térmica.
Hay más estudios que han demostrado la capacidad de Legionella para sobrevivir a la desinfección térmica. En uno, después de dos tratamientos de pasteurización consecutivos (70 ºC durante 30 minutos) se descubrió que el tratamiento inicial redujo temporalmente la concentración de Legionella, pero el segundo tratamiento no afectó ni a la concentración de Legionella ni al número total de bacterias presentes en el biofilm.
Otro estudio utilizando un modelo de agua estancada demostró que el crecimiento de L. pneumophilapresente en un biofilm natural se estimuló cuando se expuso a agua potable tratada térmicamente (30 minutos a 60 ºC). Estos podrían explicar la rápida recolonización de los sistemas de ACS después de los tratamientos térmicos.
Por tanto, parece evidente la incapacidad de la pasteurización para erradicar a L. pneumophila en los sistemas de ACS. Esta circunstancia se ve fomentada por el papel protector que ofrecen las amebas (Acanthamoebae y Vermamoeba) para la proliferación de Legionella y su resistencia frente a los tratamientos de desinfección, incluida una mayor tolerancia térmica.

Mayor proliferación de L. pneumophila térmicamente tolerante.
Un posible mecanismo que permite a Legionella mantener la contaminación a largo plazo de los sistemas de distribución de agua puede ser su tolerancia térmica.
Un estudio en Francia aisló las cepas de L. pneumophila y L. anisa de cuatro circuitos de agua caliente de diferentes hospitales durante 20 años. Tres de los circuitos de agua caliente del hospital habían sido sometidos a tratamientos térmicos de 65 ºC durante 24 horas o 70 ºC durante 30 minutos. Las cepas con el mayor porcentaje de supervivencia se aislaron de los circuitos de agua caliente del hospital que fueron sometidos con más frecuencia a procedimientos de desinfección térmica.
La contaminación persistente de un sistema de ACS del hospital por el serogrupo 1 y el serogrupo 2 de L. pneumophila también fue examinada en un estudio de un sistema de agua del hospital. Se realizó una pasteurización (70 ºC durante 12 horas con una purga inicial de 3 minutos de todos los grifos); sin embargo, después de 3 meses las concentraciones de Legionella volvieron a los niveles previos a la pasteurización. El análisis por electroforesis en gel de campo pulsado (PFGE) de los aislados reveló que eran idénticos para todos los del mismo serogrupo, lo que sugiere la supervivencia de la bacteria al proceso de desinfección térmica. Los experimentos de tolerancia térmica demostraron que la cepa de L. pneumophila serogrupo 1tenía una mayor tolerancia a la temperatura que la cepa del serogrupo 2.
Los sistemas de agua caliente de 40 hoteles italianos fueron analizados detectando L. pneumophila en el 45,8 % de las muestras de agua. Un análisis estadístico demostró que los niveles más altos de cloro y las temperaturas más altas se asociaron con un mayor riesgo para el serogrupo 1 de L. pneumophila, mientras que se observó lo contrario para los serogrupos 2-14.
Se ha postulado que la tolerancia térmica de L. pneumophila podría atribuirse a la afectación de las proteínaspor la temperatura, pues la falta de nutrientes podría ser un factor significativo que facilitaría la tolerancia térmica de Legionella, de forma que algunas cepas podrían tolerar mejor y sobrevivir a la elevación de la temperatura, generándose de ese modo un proceso de selección genética.
Es conocido que hay 15 serogrupos de L. pneumophila, entre los cuales el serogrupo 1 es la causa predominante de infección humana de la Enfermedad del Legionario. Por ello, es necesario investigar el potencial de la pasteurización para seleccionar cepas de L. pneumophila tolerantes térmicamente que tienen una mayor importancia y riesgo para la salud pública en comparación con otras especies de Legionella.

Normas sobre el choque térmico en España.
En España, el Real Decreto 487/2022 de prevención y control de Legionella es menos exigente, pues determina que, para el choque térmico, previa limpieza del acumulador de ACS, se eleve la temperatura del agua hasta 70 ºC y mantenerlo al menos durante 2 horas. Después, se deben abrir por completo los puntos terminales y mantenerlos de forma secuencial por sectores todos los grifos y duchas hasta alcanzar 60 ºC en todos los puntos terminales, manteniéndolos abiertos durante al menos 5 minutos.
No obstante, consciente de las dificultades y limitada eficacia de este tratamiento térmico, también establece que:
1. En la instalación en la que la producción de calor sea insuficiente para llevar a cabo la desinfección térmica o no pueda llegar a temperaturas de 70 ºC, o las tuberías no tengan un buen aislamiento, puede transmitirse calor y comprometer la temperatura del agua fría en alguna parte del sistema, se realizará la desinfección con biocidas.
2. La desinfección térmica no se recomienda en la red de agua de consumo como tratamiento de choque, en caso de actuaciones ante la detección de casos o brotes.
Asimismo, la Norma UNE 100030:2023 establece que, en los establecimientos sensibles como hospitales, centros sanitarios y residencias geriátricas, esta temperatura sería recomendable que fuera superior a 55 °C. Esta temperatura podría disminuirse a 50 °C si la instalación dispone de sistemas de desinfección complementaria específicos y de eficacia probada para el agua caliente sanitaria.
También afirma que los tratamientos de pasteurización son efectivos en el punto de aplicación, pero no tienen efecto residual. La desinfección térmica no se recomienda como tratamiento de choque en la red de agua de consumo, en caso de detección de casos o brotes y/o contaminación persistente de Legionella en la instalación.

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