DETECTADA LEGIONELLA EN EL AGUA DE LA MITAD DE LOS AVIONES COMERCIALES DE ITALIA

A pesar de conocerse que la Legionella puede sobrevivir y multiplicarse en los depósitos de agua de varios medios de transporte, no existían estudios en la literatura con respecto a su presencia en los aviones.

 

Ahora, se han publicado los resultados de una investigación de varios centros y universidades de Italia, publicada recientemente en el International Journal of Environmental Research and Public Health.

 

El objetivo del estudio ha sido  investigar la presencia de contaminación por Legionella en los sistemas de agua de los aviones comerciales. 

 

De ese modo, se han analizado 645 muestras de agua tomadas durante el periodo 2007-2021, en un total 126 aviones comerciales de seis tipos diferentes: MD80, Airbus A320 F, Embraer 175/190, AIRBUS A330, Boeing 767 y Boeing 777. 

 

El agua que se carga a bordo de la aeronave debe ser potable y cumplir las normas internacionales adoptadas por todos los aeropuertos y suele almacenarse en un depósitos entre 60 a 450 litros.

 

Normalmente, este agua sólo se utiliza con fines higiénicos, ya que para beber, sólo se permite el agua mineral embotellada.

 

El agua suministrada por los grifos y calderas en la cocina se utiliza para la para la preparación de bebidas calientes, tras calentarla a unos 90 ºC. 

 

Periódicamente, todos los aviones se someten a la desinfección del sistema de agua, de acuerdo con las especificaciones proporcionadas por los fabricantes y por las normas de aviación, aunque cada compañía aérea puede establecer sus propias normas de prevención de riesgos.

 

Las muestras de agua se tomaron de los sistemas de agua (grifos de los aseos, cocina y termo) y se registraron la temperatura, pH y cloro residual. 

 

Para la detección y recuento de Legionella, se ha utilizado el método ScanVit® Legionella (Vermicon, AG, Munich, Germany), que ofrece un resultado en sólo 3 días y utiliza sondas marcadas con fluorescencia para detectar Legionella spp. y L. pneumophila. 

 

Durante los 15 años de observación, el 45 % de los aviones investigados ( 57 de 126 ) resultaron positivos para Legionella, considerando negativas un número de unidades formadoras de colonias/litro (UFC/L) inferior a 100. 

 

En cuanto al número total de muestras analizadas, el 68,4% (441/645) estaban por debajo de 100 UFC/L, y por tanto, dentro de los límites permitidos por las guías italianas. 

 

Por encima de este nivel, se detectaron 204 muestras consideradas positivas y de ellas sólo en el 7,6% (49/645) tenía niveles elevados que requerían una descontaminación inmediata de la instalación. ( > 1.000 ufc/L.). 

 

Según el tipo de avión, los resultados positivos variaron de un 100 % (MD 80)  a un 15 % (Embraer), aunque estos últimos son los que tienen el sistema de agua más reducido con pocos puntos de suministro de agua.

 

 

Aunque en la literatura existente, los investigadores del estudio no han encontrado ningún informe que relacione la enfermedad del legionario tras un viaje en avión, los resultados de este estudio muestran que el riesgo de infección no es cero. 

 

Sin embargo, hay que tener en cuenta que la definición de enfermedad del legionario asociada a viajes (TALD) responsabiliza al alojamiento donde haya residido el enfermo durante el periodo de incubación y no hace referencia al modo de viaje o si este ha sido en avión.

 

Tampoco en las encuestas epidemiológicas se investiga habitualmente si el paciente ha viajado recientemente en avión aunque no se haya alojado fuera de su domicilio habitual, si bien es cierto que el nivel de aerosoles que se generan en los aseos del avión o en los grifos es bajo y, por tanto, con menor riesgo.

 

Por todo ello, los investigadores concluyen que la contaminación del sistema de agua con Legionella en los aviones puede ser un problema de salud pública que no debe subestimarse, dados los  millones de personas que lo usan a diario y además hay que considerar el riesgo laboral al que pueden exponerse los miembros de la tripulación.