CRYPTOSPORIDIUM ES LA CAUSA PRINCIPAL DE BROTES EN LAS PISCINAS DE EE.UU.

Entre 2015 y 2019, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) registraron 208 brotes de enfermedades asociadas con las piscinas y los jacuzzis en Estados Unidos.

 

Según un reciente informe, en total, hubo 3.646 enfermos, con 286 hospitalizaciones y 13 fallecidos, aunque es posible que esas cifras sean mucho más altas, por la infradeclaración que existe

 

Entre los 208 brotes, 71 (34%) estaban asociados a un alojamiento (es decir, hotel, motel, camping o pensión) o a un centro turístico y 107 (51%) se iniciaron durante los meses de junio y agosto.

 

Entre los 53 brotes con una etiología no confirmada, se sospecha que 20 (38%) lo fueron por causas químicas (exceso de cloro, subproductos de la desinfección o alteración de la química de la piscina…)

 

Entre los 155 brotes con una etiología infecciosa, 76 (49%) fueron causados por Cryptosporidium, con 2.492 (84%) de los 2.953 casos y 82 (31%) de las 266 hospitalizaciones. 

 

Se declararon cuatro brotes de cryptosporidiasis que dieron lugar a un total de 1.380 casos; el mayor de ellos causó 638 enfermos.

Cryptosporidium puede provocar enfermedades gastrointestinales agudas de corta duración, pero la infección puede ser grave en niños y en pacientes inmunocomprometidos, como con SIDA.

 

El parásito es un problema importante en las piscinas porque un nadador infectado puede excretar el parásito en enormes cantidades con sus heces.

 

El Cryptosporidium tiene una alta resistencia al cloro y puede sobrevivir en una piscina adecuadamente clorada muchos días y para la descontaminación se debe hacer un tratamiento especial mediante floculación que agrupe los quistes y una mayor filtración que los atrape y elimine.

 

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