SITUACIÓN DE LOS INSECTOS COMO ALIMENTACIÓN HUMANA EN ESPAÑA

02 Abril, 2024
Los insectos representan una fuente prometedora de proteínas y poseen un gran potencial para ser utilizados como alimentos y piensos. Esto les convierte en una fuente de nutrientes valiosa para hacer frente a la creciente demanda de alimentos que necesita la creciente población mundial.
 
El consumo de insectos o entomófagos es una práctica arraigada en algunos territorios de Asia, Sudamérica y África, en los que una amplia variedad de especies se considera tradicionalmente comestible.
 
En la Unión Europea, los insectos para el consumo humano se consideran nuevos alimentos de acuerdo con el Reglamento (UE) 2015/2283 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de noviembre de 2015, relativo a los nuevos alimentos
 
Según la definición europea de nuevo alimento, los insectos no forman parte de los hábitos alimentarios de la población, ni se ha podido acreditar un historial de consumo significativo y seguro anterior al 15 de mayo de 1997 para ninguna especie, ni en ningún estado miembro.
 
Se pueden comercializar los insectos incluidos en la Lista de la Unión de alimentos nuevos. Como cualquier nuevo alimento, antes de su autorización por parte de la Comisión Europea es necesaria una evaluación favorable sobre su seguridad como alimento nuevo por parte de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
 
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición ha publicado un resumen que evalúa la situación actual de los insectos como alimentos en España.
 
Actualmente, son ya cuatro las especies de insectos autorizadas bajo el Reglamento (UE) 2015/2283, las larvas del gusano de la harina (Tenebrio molitor), la langosta migratoria (Locusta migratoria), el grillo doméstico (Acheta domesticus) y las larvas del escarabajo del estiércol (Alphitobius diaperinus).
 
Las especies Schistocerca gregaria (langosta del desierto), Hermetia illucens (mosca soldado-negra) y Grylloides sigilatus (grillo) ya no están bajo estas medidas transitorias por no haber ya ninguna solicitud presentada antes del 1 de enero de 2019, pendiente de autorización, motivo por el que estas especies no pueden seguir siendo comercializadas en el territorio de la Unión Europea, incluida España mientras no se autoricen vía Reglamento (UE) 2015/2283.
 
De momento, ninguna empresa española ha obtenido la autorización de un insecto como nuevo alimento, pero puede tener acuerdos comerciales con las empresas solicitantes autorizadas y por eso podemos encontrar estos productos en el mercado.
 
Según el Ministerio de Agricultura, actualmente en el Registro General de Explotaciones Ganaderas de España, hay registradas un total de 33 granjas de insectos, de las que 17 se encargan de la cría de diferentes especies de grillos, 13 se dedican a la cría de gusano de la harina (Tenebrio molitor) y tres a la cría de mosca soldado-negra.
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