SEGURIDAD ALIMENTARIA EN TIEMPOS DE CRISIS

Las misiones de ayuda alimentaria en zonas de conflicto llevadas a cabo por organizaciones como World Central Kitchen, el Programa Mundial de Alimentos y Food for All se enfrentan a grandes retos logísticos y de seguridad. 

Según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), desde el 24 de febrero, 7 millones de personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares. 

El último informe sobre la seguridad alimentaria en Ucrania, publicado por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) en mayo de 2022, reveló que un tercio de los hogares, por término medio, padecen inseguridad alimentaria, con picos del 50% en el este y el sur del país. 

Cocinar comida caliente para ser consumida en el lugar no sólo proporciona comodidad, sino que es la forma más práctica de alimentar a los refugiados que no tendrían medios para cocinar por sí mismos. Pero también puede ser bastante arriesgado.

Food for All minimiza este riesgo al cocinar únicamente alimentos vegetarianos, como pasta, trigo sarraceno, legumbres, arroz o una versión sin carne del borscht, una sopa típica ucraniana.

En Siria, el PMA está respondiendo con una de sus mayores operaciones de ayuda alimentaria. En 2021, la organización distribuyó más de 540 toneladas de alimentos y más de 35 millones de dólares que aumenta año tras año. El alcance total fue de 7 millones de niñas, niños, mujeres y hombres, incluidos casi 700.000 niños con comidas escolares en 3.500 escuelas en las 14 regiones del país. 

En este artículo, traducido por MICROSERVICES y publicado en Quality Assurance & Food Safety July August 2022, se muestra cómo dos tipos de operaciones muy diferentes pueden minimizar el riesgo de toxiinfecciones alimentarias en las graves situaciones de crisis migratorias.

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