SEGURIDAD ALIMENTARIA EN LAS VERDURAS DE HOJA VERDE

Las verduras de hoja verde como la lechuga, la espinaca, el repollo, la col rizada y la col china son una parte importante de una dieta saludable que ayudan a prevenir enfermedades cardiacas, accidentes cerebrovasculares y algunos cánceres.

 

Pero estas verduras a veces están contaminadas con microbios y lavar las verduras no siempre los elimina todos, porque se pueden adherir a la superficie de las hojas e incluso penetrarlas. 

 

Las frutas y verduras que se consumen crudas causan muchas enfermedades transmitidas por los alimentos, como E. coli O157, norovirus, Salmonella, Listeria y Cyclospora.

 

Para reducir este riesgo hay que seguir las medidas para manipular y preparar las verduras de hoja verde de forma segura antes de comerlas o servirlas.

 

 

 

Las verduras de hoja verde que están pre-lavadas no necesitan volver a lavarse. Si la etiqueta en el envase tiene alguna de estas frases, no necesita lavarlas: Lista para comer, Lavada tres veces o No es necesario lavarla.

 

Todas las demás verduras de hoja verde se deben lavar bien antes de comer, cortar o cocinar.

 

 

La mejor manera de lavar las verduras de hoja verde es enjuagarlas bajo el agua del grifo, pues así se elimina algunos de los microbios y la tierra. Sin embargo, ningún método de lavado elimina todos los microbios. Estos son los pasos para lavar las verduras si que quieren comer crudas:

 

·      Lávese las manos durante 20 segundos con agua y jabón antes y después de preparar las verduras.

·      Quite las hojas rasgadas o dañadas y las hojas exteriores de los repollos y las lechugas.

·      Enjuague las demás hojas bajo el agua de la grifo. Frote con las manos suavemente para ayudar a eliminar los microbios y la tierra.

·      Seque las verduras con un paño limpio o una toalla de papel.

 

 

Si las remoja en un recipiente, los microbios que haya en una hoja pueden propagarse a las demás hojas. La mejor manera de lavarlas es enjuagar las verduras de hoja verde bajo el agua del grifo.

 

 

Use agua del grifo para lavar las verduras de hoja verde y otras verduras y frutas frescas. Se pueden usar el vinagre de cocina o el jugo de limón, pero no se ha demostrado que sea mejor que el agua del grifo.

 

No lave las verduras de hoja verde con jabón, detergente o una solución para lavar frutas y verduras.

 

 

Seleccione verduras de hoja verde y otras verduras y frutas que no estén magulladas ni dañadas.

 

Asegúrese de que las frutas y verduras frescas precortadas, como la ensalada envasada o las frutas y verduras en trozos, en la tienda se mantengan refrigeradas o sobre hielo.

 

Separe las frutas y verduras frescas de las carnes, los huevos, las aves y los pescados y mariscos crudos, cuando los ponga en el carrito y las bolsas de las compras, y también en el refrigerador.

 

Guarde las verduras de hoja verde, las ensaladas y todas las frutas y verduras frescas precortadas y envasadas en un refrigerador limpio con la temperatura de 4º C o menos.

 

Use tablas de cortar y utensilios para las frutas y verduras frescas diferentes a los que use para otros alimentos y siempre antes de preparar la carne cruda.

 

Lave todos los utensilios, las tablas de cortar alimentos y las superficies de la cocina con agua caliente y jabón después de usarlos.

 

Cocine completamente o tire todas las frutas y verduras frescas que entren en contacto con carne, aves, pescados o mariscos crudos o sus jugos.

 

Refrigere dentro de las 2 horas las frutas y verduras frescas cortadas o cocidas, (o en una hora si el alimento está expuesto a temperaturas de más de 30 °C, como en el interior de un coche en marcha o en un pícnic).

 

 

Los microbios que infectan a las personas se encuentran en muchos lugares, como en la tierra, las heces de los animales, las plagas, los refrigeradores y las superficies de la cocina.

 

Los microbios pueden contaminar las verduras de hoja verde en muchos lugares antes de que lleguen a su plato, como los que proceden de las heces de animales que llegan a través del agua de riego de los campos agrícolas. 

 

Los microbios también pueden pasar a las verduras en las instalaciones donde se las envasa y procesa, en los camiones que se usan para transportarlas o de las manos sin lavar de quienes las manipulan. Para prevenir la contaminación, las verduras se deben cultivar y manipular de manera segura en cada punto desde el campo hasta que llegan a la mesa.