
RESISTENCIA A LOS INSECTICIDAS DE LOS CHINCHES DE CAMA Y OPCIONES PARA SU CONTROL
11 Julio, 2025
El resurgimiento global de las chinches durante los últimos 25 años está presentando problemas importantes tanto para la sociedad a nivel global como Para las empresas de control de plagas. Las infestaciones de chinches en el entorno humano son causadas por dos especies: la chinche común (Cimex lectularius L.) y la chinche tropical (Cimex hemipterus [F.]).
C. lectularius se encuentra principalmente en las regiones templadas y subtropicales, mientras que C. hemipterus predomina en los trópicos. Ambas especies son sinántropas (capacidad para habitar en ecosistemas urbanos o antropotizados) y pueden coexistir en África, Australia, Florida, Hawái o Taiwán. En algunas situaciones, incluso se han encontrado ambas especies en el mismo edificio o estructura.
Efectos de las infestaciones por chinches de la cama.
Las chinches de cama son un grupo importante de plagas de insectos de interior que se alimentan de sangre. Aunque no se conoce que las chinches transmitan ningún microorganismo patógeno más allá de los experimentos de laboratorio, debido a sus hábitos hematófagos y naturaleza sinantrópica, las picaduras pueden provocar efectos físicos, psicológicos y sociales que dependen de la sensibilidad del individuo y de la gravedad de la infestación.
Estos efectos son reacciones cutáneas como picazón, respuestas alérgicas e infecciones secundarias por rascado excesivo, trastornos del sueño causados por picazón persistente, problemas psicológicos como estrés, ansiedad, estigma social y aislamiento.
La infestación de chinches en los hogares comporta además mayores niveles de alérgenos respirables como la histamina y tropomiosina, capaces de provocar reacciones alérgicas o asmáticas.
Además, cuando los profesionales del control de plagas utilizan con frecuencia los mismos insecticidas poco eficaces (como los piretroides) para tratar las chinches, esos espacios a menudo se quedan con niveles elevados de residuos de insecticidas. Esta situación se ve agravada por el intento de algunos propietarios en abordar el control de los chinches usando productos domésticos de venta libre como los nebulizadores de piretroides en espacios interiores.
Los efectos a largo plazo de la exposición a los piretroides en los humanos se han relacionado con su impacto en el sistema cardiovascular, lo que aumenta el riesgo de morbi-mortalidad en la población expuesta.

Resurgimiento de los chinches.
En los últimos 25 años, se ha experimentado un aumento drástico en la demanda de control de chinches debido al resurgimiento global de la plaga. Una encuesta reciente de 2025 en los Estados Unidos reveló que el 55 % de las empresas opinaban que habría un aumento en el número de trabajos de chinches en los próximos 12 meses. Según una revisión, se estima que, en 2020, se gastaron aproximadamente mil millones de dólares en el control de chinches sólo en los Estados Unidos.
El resurgimiento global de las chinches durante los últimos años presenta problemas significativos para el control de plagas, siendo la resistencia a los insecticidas una de las principales causas del fracaso en su erradicación.
Los avances en el diseño y los sistemas de control climático de los edificios han hecho que los espacios interiores sean cada vez más uniformes y similares en todo el mundo, explicando porque en los últimos años, las infestaciones de chinches tropicales se están encontrando cada vez más en regiones templadas.
Se han propuesto muchas hipótesis con respecto al resurgimiento de las chinches, como la resistencia a los insecticidas, los cambios en las prácticas de control de plagas, la globalización, el aumento de los viajes y el comercio de muebles infestados, aunque la resistencia a los insecticidas se plantea como la principal causa del resurgimiento.
Control de los chinches mediante productos químicos.
El tratamiento químico sigue siendo el método más frecuente para controlar las chinches debido a su facilidad de aplicación. Debido a las piezas bucales succionadoras de las chinches y la atracción por el CO2, el calor corporal y otros compuestos relacionados con el cuerpo, el único sistema disponible para administrar los insecticidas a las chinches se ha limitado al contacto dérmico.
A menos que haya cambios en el desarrollo de sistemas de administración oral para insectos chupadores de sangre en el futuro, es poco probable que haya una formulación de cebo tóxico viable para chinches. Desde la introducción del DDT en la década de 1940, los profesionales del control de plagas han utilizado más de 12 clases de insecticidas para controlar las infestaciones de chinches.
En los últimos años, se han evaluado o utilizado los organofosfatos, los piretroides, los neonicotinoides, la mezcla de piretroides-neonicotinoides, los fenilpirazoles, los pirroles, las meta-diamidas, los reguladores del crecimiento de insectos, la tierra de diatomeas, el polvo de sílice o los insecticidas botánicos en diferentes formulaciones. Las formulaciones de insecticidas son en aerosol líquido, aerosol presurizado, nebulizadores de liberación total, telas/fundas de colchón impregnadas con insecticida, polvo insecticida, repelentes y fumigantes. Mientras que algunos son efectivos (por ejemplo, aerosol presurizado cuando se aplica como aerosol directo y fumigante), otros son ineficaces contra las chinches resistentes a los insecticidas. La actividad residual depende de la formulación. Todos excepto el fumigante no tienen actividad ovicida. La resistencia a los insecticidas se ha convertido, por tanto, en un gran desafío para los profesionales del control de plagas.

Resistencia a los insecticidas.
Desde el primer informe de resistencia al DDT en C. lectularius publicado en 1948, ambas especies de chinches se han vuelto resistentes a la mayoría de las principales clases de insecticidas utilizados en su control, incluidos los piretroides, organofosfatos, carbamatos, hidrocarburos clorados y neonicotinoides (Dang et al. 2017).
Entre 2018 y 2024, ha habido numerosos informes sobre la resistencia a los insecticidas en C. lectularius y C. hemipterus de todo el mundo, especialmente sobre carbamatos, neonicotinoides, organofosfatos, fenilpirazoles, piretroides y mezcla de piretroides-neonicotinoides. Los mecanismos de resistencia documentados serían:
· la resistencia a la penetración,
· la resistencia metabólica (es decir, las monooxigenasas del citocromo P450, la esterasa y los transportadores de casete de unión a ATP [transportadores ABC]),
· la insensibilidad del sitio objetivo (kdr)
· la resistencia mediada por simbiontes
La resistencia a la penetración reduce la penetración de insecticidas en el insecto debido a una cutícula engrosada o a la sobreexpresión de proteínas de la cutícula). Una investigación sobre C. lectularius reveló una correlación positiva entre el grosor de la cuticula y el nivel de resistencia de los piretroides (Lilly, Webb, et al. 2016), y la resistencia al fenitrothion y al imidacloprid en las cepas de campo de C. hemipterus se asociaron potencialmente con un aumento del grosor cuticular.
Opciones de manejo contra chinches resistentes a los insecticidas
La resistencia generalizada a los insecticidas ha hecho que muchas opciones de control químico sean ineficaces. La tabla 4 proporciona una lista de opciones de control efectivas para manejar chinches resistentes bajo la influencia de diferentes mecanismos de resistencia.
Mezcla de piretroides y neonicotinoides
Un método para superar la resistencia a los piretroides en chinches es la combinación de un piretroide con un neonicotinoide, es decir, el uso de una mezcla de insecticidas con dos modos de acción diferentes. Estudios previos han demostrado que las mezclas de piretroides y neonicotinoides ofrecen un excelente rendimiento contra las chinches de cama. Sin embargo, una investigación más reciente ha documentado que tanto C. lectularius como C. hemipterus podrían desarrollar resistencia a estas formulaciones de debido a la participación del citocromo P450 que podría conferir resistencia tanto a las clases de piretroides como a las de neonicotinoides. Una forma de superar este inconveniente es añadir butóxido de piperonilo (PBO) a la mezcla ya que el PBO es un inhibidor general de la enzima P450.
Una formulación comercial de mezcla con piretroide multifluorado + neonicotinoide + PBO (metoflutrina, clotianidina y PBO) es altamente efectiva contra las chinches resistentes a los piretroides, a pesar de que los insectos poseen tanto mutaciones VGSC como mecanismos de resistencia al citocromo P450
Insecticidas botánicos
Insecticidas botánicos
Los productos naturales que contienen aceites esenciales como el nimbo de la India, el cedro, el clavo, la menta, el geranio y citronela se están volviendo cada vez más populares para el control de chinches. En los EE. UU., muchas de estas formulaciones están exentas del registro de la EPA (Ley Federal de Insecticidas, Fungicidas y Rodenticidas), ya que contienen ingredientes activos inertes que se consideran con un riesgo mínimo. Mientras que algunos de estos productos demuestran ser efectivos, principalmente cuando se usan como aerosoles directos, otros son menos efectivos contra las chinches.

Fumigantes
Se han utilizado fumigantes como el fluoruro de sulfurilo, el bromuro de metilo (ahora en gran medida eliminado) y los gases inertes como el CO2 y el N2 para el control de chinches. Los fumigantes son altamente efectivos porque pueden penetrar profundamente en áreas y puntos ocultos, matando todas las etapas de la vida de las chinches, incluidos los huevos, en un plazo de 18 a 24 horas, dependiendo de la concentración. Son ideales para infestaciones complicadas, como en aviones donde la aplicación de insecticidas está fuertemente regulada. Sin embargo, la fumigación es un proceso complejo que requiere una planificación exhaustiva y estrictas medidas de seguridad. A pesar de su eficacia, los fumigantes carecen de actividad residual, lo que significa que la reinfestación puede ocurrir una vez que el área tratada es ventilada. Los gases inertes como el CO2 y el N2, por otro lado, tienen una capacidad de penetración limitada y requieren tiempos de exposición más largos para ser efectivos. No se ha informado de resistencia a los fumigantes en las chinches, lo que las convierte en una opción fiable en las estrategias integradas de manejo de plagas.
El uso de fluoruro de sulfurilo, según un estudio, mató todas las etapas (adultos, ninfas y huevos) del chinche. En otro estudio, al investigar el uso de la fumigación de fluoruro de sulfurilo a un factor de dosificación de 1,9 × para eliminar chinches resistentes (C. lectularius), incluidos huevos, ninfas y adultos, de vehículos y remolques de carga con numeroso paquetes y artículos para el hogar. Los resultados mostraron una mortalidad del 100 % en todas las etapas de la vida de las chinches, sin daños significativos a los dispositivos electrónicos, como los monitores LCD, presentes durante la fumigación. Este método abordó eficazmente las infestaciones complicadas en lugares inaccesibles y enseres domésticos. El estudio concluyó que la fumigación de fluoruro de sulfurilo es una alternativa práctica para las chinches en vehículos, remolques y otros espacios donde los insecticidas convencionales o los tratamientos térmicos son imposibles de actuar debido a la mala penetración y a los perjuicios potenciales.
Repelentes
El N,N-Dietil-meta-toluamida, conocido como DEET, es el ingrediente más habitual de los repelentes de insectos, que se usa aplicándolo sobre la piel o la ropa a la hora de evitar las picaduras. Los estudios frente a chinches del DEET han demostrado resultados contradictorios.
Polvos desecantes.
El polvo desecante, como la tierra de diatomeas (DE) y el gel de sílice deshidratan las chinches al dañar su cutícula. Estos compuestos inorgánicos y minerales también eliminan la humedad de los nichos, haciéndolos inadecuados para la agregación de los chinches. La mayoría de estos productos están en formulación de polvo, aunque recientemente también está disponible la formulación en aerosol. Sus acciones son relativamente lentas, a menudo tardando entre 24 horas y varias semanas para proporcionar una mortalidad completa de todas las etapas.
El dióxido de silicio (gel de sílice) tiene una acción más rápida que la tierra de diatomeas. Cuando se combina con dióxido de carbono (CO2), se ha demostrado que funciona mejor que cuando se usa polvo desecante solo, probablemente porque el CO2 estimula el movimiento de las chinches, aumentando las posibilidades de que entren en contacto con el polvo.
Hongos entomopatogénicos.
Un producto biopesticida (Aprehend®) que contiene un hongo entomopatógeno, Beauveria bassiana está actualmente disponible para el control de chinches. Es una formulación de mezcla de esporas y aceites lista para usar. A diferencia de la mayoría de los insecticidas que podrían matar muy rápidamente, las chinches solo se matarán tras 3-7 días después del contacto y pueden tardar de 4 a 8 semanas para la erradicación completa.
Barbarin et al. (2017) evaluaron el rendimiento de Aprehend® y una formulación piretroide con deltametrina contra tres C. lectularius resistentes a los piretroides en el laboratorio. Todas las cepas resistentes fueron susceptibles a B. bassiana con un tiempo medio de supervivencia menor a 6 días y > 94% de mortalidad. La formulación de deltametrina solo causó un 16-14 % de mortalidad de estas cepas resistentes durante 14 días. Aprehend también es efectivo cuando se combina con otros insecticidas (Shikano et al. 2021).
Se ha encontrado que los materiales no porosos como el vinilo y el algodón mejoraron la transferencia de esporas y la mortalidad, mientras que las superficies porosas redujeron la eficacia.
Métodos físicos.
Los métodos de control físico comprenden el uso del frío, el calor y la aspiración. Estas técnicas se dirigen a todas las etapas de la vida, incluidos los huevos, y son particularmente efectivas en infestaciones severas. El tratamiento en frío, como la nieve de CO2, congela las chinches al instante. Otros sistemas utilizan nitrógeno líquido. Se ha observado que se requiere una temperatura de -18 °C durante 72 horas para matar el 100 % de las chinches.
El tratamiento de calor seco o vapor se puede llevar a cabo utilizando dispositivos de mano, cámaras de calefacción o calefacción de toda la habitación. Una exposición al calor de >50°C matará todas las etapas de las chinches tanto para C. lectularius como para C. Hemipterus, ya que las chinches no tienen la capacidad de desarrollar resistencia al calor. Los estudios de laboratorio demostraron que el tratamiento con vapor logró una mortalidad casi instantánea cuando las chinches estaban directamente expuestas, con un 100% de eficacia para individuos que viven en la superficie u ocultos por grietas. Sin embargo, la eficacia disminuyó al 89 % cuando los insectos estaban protegidos bajo la tela por la reducción de la penetración del calor.
En condiciones de campo simuladas, el vapor superó a los aerosoles insecticidas, logrando tasas de eliminación comparables evitando residuos químicos. Sin embargo, el vapor carece de acción residual, lo que requiere aplicaciones repetidas.
La combinación de vapor con polvo de tierra de diatomeas (DE), que causa desecación letal, mejora el control a largo plazo; los ensayos de campo extendidos (37 semanas) mostraron tasas de eliminación del 97-100 % para tratamientos conjuntos. A pesar de requerir tiempos de aplicación más largos que los insecticidas, la seguridad del vapor y la penetración en los nichos lo convierten en una opción ideal contra las chinches resistentes a los insecticidas, especialmente en entornos sensibles.
Otros métodos en desarrollo.
La interferencia de ARN (RNAi) ha surgido como una herramienta prometedora para el control de plagas al encubrir los genes críticos involucrados en los procesos biológicos clave como la muda, la liberación de esperma, el desarrollo de larvas, la reproducción y la actividad motriz en los insectos. La investigación ha demostrado que el ARNi puede afectar significativamente la reproducción, la supervivencia y la tolerancia a los insecticidas de las chinches.
Otro interés es el desarrollo de cebos para chinches, posible gracias al descubrimiento de que ciertos constituyentes de la sangre, particularmente el ATP, actúan como fuertes fagoestimulantes. Esto ha llevado a varios estudios a explorar varios tóxicos que podrían incorporarse a las formulaciones de cebo. Sin embargo, tanto los enfoques basados en RNAi como el desarrollo de cebos se enfrentan a un gran desafío: garantizar la ingestión oral del tóxico por las chinches. El reto radica en crear una formulación práctica y de bajo costo para el sistema de administración oral para atraer y conseguir chinches de manera efectiva en las operaciones de control de plagas.
Reservorios de chinches.
Manejar las infestaciones de chinches es un gran desafío, especialmente en viviendas de bajos ingresos y comunidades desfavorecidas, donde las limitaciones económicas impiden que los inquilinos busquen un tratamiento adecuado. Sin medidas de control efectivas, estas infestaciones a menudo se intensifican, creando grandes poblaciones de chinches resistentes a los insecticidas que sirven como reservorios que podrían propagarse aún más por toda la comunidad. El problema no es simplemente un problema de higiene individual, sino un problema socioeconómico más amplio vinculado a los niveles de ingresos y el hacinamiento.
Los estudios han demostrado que las infestaciones de chinches afectan de forma desproporcionada a las comunidades desfavorecidas que viven en viviendas abarrotadas y en ruinas, como se ha visto en Hong Kong. Los inquilinos en estas áreas a menudo tienen sólo la opción de aceptar cualquier servicio que reciban de la administración o la propiedad del edificio, que generalmente no es suficiente para abordar el problema. En la mayoría de las situaciones, se proporcionan cantidades mínimas de dinero en estos edificios, utilizando productos ineficaces y originando servicios deficientes del control de plagas. Las administraciones públicas deberían intervenir con políticas y recursos proactivos para garantizar una gestión integral y sostenible de las chinches.
Solo tratando las infestaciones de chinches como un problema de la comunidad podemos esperar controlar su propagación y proteger a las poblaciones vulnerables de su impacto continuo.
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