¿PUEDEN TENER MÁS RIESGO DE LEGIONELA LOS GRIFOS ELECTRÓNICOS DE LOS HOSPITALES?

25 Mayo, 2025

Históricamente, se ha detectado presencia de Legionela en las redes de agua de los hospitales y centros sanitarios, sobre todo en el agua caliente sanitaria. Los esfuerzos realizados tanto en el mantenimiento como en el diseño son, en muchas ocasiones, desoladores ya que la contaminación persiste a pesar de los diferentes tratamientos y desinfecciones realizadas.
 
Esta situación supone un riesgo importante de legionelosis nosocomial debido a la habitual inmunodepresión en la que se encuentran muchos de los pacientes hospitalizados.
 
Los grifos electrónicos se definen como un dispositivo controlado por un sensor que se utiliza para impedir que el agua fluya continuamente interrumpiendo el suministro tras un tiempo preestablecido, aun cuando haya alguna persona u objeto dentro del radio de detección del sensor. La apertura y cierre de la grifería electrónica se realiza al detectar las manos mediante un sensor que abre el paso de agua al instante.
 
Por otro lado, el uso de grifos con automatismos electrónicos para la apertura permite una ausencia de contacto de las manos con estos dispositivos evitando la contaminación y la transmisión de bacterias y enfermedades. Otra ventaja añadida es el ahorro de agua al evitar aperturas de grifos prolongadas e innecesarias.
 
No obstante, la complejidad de los grifos electrónicos podría aportar una mayor facilidad para la existencia de biofilms y de contaminación por Legionela. De forma preventiva, algunos grifos ya disponen de descarga automática de seguridad de un chorro de agua de 45 segundos cada 24 horas, evitando así el estancamiento y la proliferación de bacterias.
 
Para conocer más estas situaciones, se han realizado algunos estudios con el objetivo de determinar la presencia de Legionela y otros microrganismos en estos grifos electrónicos, comparada con los grifos manuales.
 
 
 
En 2009, se llevó a cabo una investigación para comparar los recuentos de placas heterotróficas (HPC) y el crecimiento de Legionela a partir de muestras de agua tomadas en grifos electrónicos y manuales.
 
Se recogieron muestras de agua de 20 grifos electrónicos recién instalados y 20 grifos manuales existentes en 3 unidades hospitalarias. Los grifos manuales estaban ubicados en habitaciones adyacentes a los grifos electrónicos y recibían agua de la misma red. Además, se desmontaron cuatro grifos electrónicos y se cultivaron los componentes del grifo. La Legionela y los cultivos de HPC se realizaron utilizando métodos estándar.
 
Como resultado, casi todos los grifos electrónicos (19/20 [95%]) tenían cultivos positivos de Legionela en al menos 1 muestra de agua, en comparación con menos de la mitad (9/20 [45%]) de los grifos manuales.
 
Cincuenta y cuatro (50%) de 108 cultivos de agua de grifo electrónico tenían especies de Legionella, en comparación con 11 (15%) de 75 cultivos de agua de grifo manual. 
 
Después de la desinfección con dióxido de cloro, 4 (14%) de 28 grifos electrónicos y 1 (3%) de 30 cultivos manuales de agua de grifos siguieorn con cultivos positivos para Legionela y 8 (29%) cultivos de grifos electrónicos y 2 (7%) de grifos manuales tuvieron un crecimiento significativo de HPC. Los 12 (100%) de los componentes internos del grifo de 2 grifos electrónicos fueron positivos para Legionella.
 
La conclusión de este estudio fue que los grifos electrónicos estaban habitualmente más contaminados con Legionela y otras bacterias y tenían menos probabilidades de eliminación de las bacterias después del tratamiento con dióxido de cloro. Asimismo, planteaba que los componentes de los grifos electrónicos podrían ser puntos de proliferación bacteriana.
 
En otro estudió realizado en Paris en 2005, se recogieron 227 muestras de agua, 92 de grifos electrónicos y 135 de grifos manuales. Treinta y seis (39%) de las muestras de grifos electrónicos y 2 (1%) de grifos manuales tenían bacterias patógenas. 
 
En las salas de hematología, se contaminaron 17 (30%) muestras de grifos electrónicos y 2 (2%) de grifos manuales. En las UCI, se contaminaron 19 (53%) muestras de grifos electrónicos y ninguna de 48 de grifos manuales. Todas las muestras estaban contaminadas con varias cepas de Pseudomonas aeruginosa (8 a >100 UFC/100 ml). 
 
A pesar de la hipercloración, los grifos electrónicos permanecieron contaminados. En cambio, la sustitución de los grifos electrónicos contaminados por grifos manuales condujo a una eliminación completa y sostenida de la contaminación bacteriana.
 
Por todo ello, los autores concluyeron que los grifos electrónicos están significativamente más contaminados que los grifos manuales y podrían ser un reservorio importante para P. aeruginosa. Asimismo, recomienda que las salas con pacientes altamente susceptibles a la infección y con grifos electrónicos deben ser conscientes de este riesgo potencial. Además, las unidades ya equipadas con estos dispositivos deben comprobar periódicamente la calidad del agua.
 
Sin embargo, otro estudio sobre grifos electrónicos no encontró que estos accesorios fueran una fuente de bacterias. 
 

Puntos críticos y recomendaciones.
 
Los grifos electrónicos presentan una serie de condiciones que pueden favorecer el crecimiento y proliferación bacteriana:
 
·     Diseño interno complejo (válvulas, sensores) que crea zonas ocultas donde puede desarrollarse biofilm.
 
·     Menor caudal de agua y uso poco frecuente, lo que provoca el estancamiento del agua.
 
·     Los agentes desinfectantes tienen dificultades para llegar a todos los componentes internos.
 
·     La temperatura del agua suele situarse entre 30 y 45 °C, ideal para el crecimiento bacteriano.
 
Como respuesta a esta situación, la American Society for Health Care Engineering (ASHE) y la Association for Professionals in Infection Control and Epidemiology (APIC) emitió una declaración conjunta, con algunas recomendaciones, respecto a los grifos y lavabos, denominado Joint ASHE & APIC Statement on Recently Presented Research on Electronic Faucets.
 
Respecto a los grifos electrónicos, se recomienda:
 
·   Estudio de diseño meticuloso antes de instalar grifos electrónicos en las áreas clínicas.
 
·   Procedimientos periódicos de limpieza, desinfección y mantenimiento.
 
·   Evaluar la disposición de grifos manuales en las zonas hospitalarias de alto riesgo
 
·   Los grifos electrónicos deben ser capaces de funcionar aún en caso de falta de energía eléctrica.
 
·   Descarga automática al menos diaria para evitar estancamiento de agua.
 
·   Realizar análisis de Legionella de forma periódica y aleatoria en estos grifos y especialmente en aquellos situados en unidades de atención aumentada.
 
·   Cumplimiento de la legislación sobre prevención de legionelosis.
 
 
Normas en España.
 
 
En España, el Real Decreto 487/2022, de 21 de junio, por el que se establecen los requisitos sanitarios para la prevención y el control de la legionelosis establece dos normas que pudieran ser de aplicación en los grifos electrónicos situados en hospitales:
 
·   Los tramos de tuberías en los que no se pueda asegurar una circulación del agua y una temperatura mínima superior a 50 ºC no podrán tener una longitud superior a 5 metros o un volumen de agua almacenada superior a 3 litros. Esto será aplicable a los sistemas de válvula mezcladora, en los que se deben garantizar 50 ºC antes de la propia válvula y disponer de un sistema de medición de la temperatura. La temperatura de estabilización deberá alcanzarse antes de transcurrido un minuto.
 
·   Para instalaciones de usuarios inmunocomprometidos, se recomienda la instalación de filtros microbiológicos de probada eficacia frente a Legionella u otros sistemas de análoga eficacia en los puntos terminales.

Del mismo modo, estos grifos electrónicos deberían considerarse como puntos críticos para la realización de los Planes Sanitarios del Agua en hospitales.
 
Desde el punto de vista normativo, hay que tener en cuenta la Norma EN 15091 Grifería sanitaria. Grifería sanitaria de apertura y cierre electrónicos.
 
Aunque el Código Técnico de la Edificación, no especifica requisitos especiales para grifos electrónicos, es importante considerar que estos dispositivos pueden tener características que deben ser tenidas en cuenta en el diseño y la instalación. Por ejemplo, se deben considerar los requerimientos de energía, la seguridad en caso de fallos y la compatibilidad con otros sistemas de control del edificio.