PREVENCIÓN DE LISTERIOSIS DURANTE EL EMBARAZO

01 Septiembre, 2023
La listeriosis es una enfermedad transmitida de animales a humanos asociada al consumo de alimentos contaminados, causada casi exclusivamente por bacterias de la especie Listeria monocytogenes. No es una enfermedad frecuente (se declaran pocos casos anuales) pero sí es muy grave. 

El número de afectados por listeriosis aumenta cada año en la Unión Europea, superando actualmente los 2.000 casos anuales, de los cuales, más del 90 % necesita tratamiento hospitalario, con una tasa de mortalidad del 15,6 %.

El grupo de población más afectado es el de las personas mayores de 64 años, las personas inmunodeprimidas, las mujeres embarazadas y los lactantes.

Las mujeres embarazadas tienen mayor riesgo de contraer la enfermedad porque la listeriosis puede ser trasmitida al feto a través de la placenta aunque la madre no presente síntomas. La listeriosis podría producir partos prematuros, abortos o niños nacidos con malformaciones, sobre todo neurológicas.

Tras el consumo de alimentos contaminados con Listeria, se pueden producir 2 tipos de cuadros clínicos: 

  • Forma no invasiva: como síntomas gripales: fiebre, dolor de cabeza,  síntomas gastrointestinales y vómitos pero sin mayor repercusión en adultos sanos.

  • Forma invasiva (la bacteria se multiplica fuera del intestino):  Si la infección avanza al sistema nervioso, puede producir síntomas como dolor de cabeza, rigidez en el cuello, confusión, pérdida del equilibrio o convulsiones.

Los alimentos que más frecuentemente transmiten la Listeria son:

1.     Alimentos listos para el consumo (ALC) sin un cocinado previo, con una larga vida útil en refrigeración y a menudo envasados al vacío, por ejemplo: pescados ahumados, quesos blandos y semiblandos, fiambres cocidos y patés.

2.     Derivados lácteos elaborados con leche cruda o sin pasteurizar (quesos de tipo Brie, Camembert...). Por el contrario, no son fuente habitual de infección los quesos duros, procesados y de crema para untar.

3.     Frutas y verduras consumidas crudas (cuando no se han lavado y desinfectado adecuadamente), por ejemplo, en ensaladas o en batidos o smoothies vegetales.

Por ello, es importante evitar durante el embarazo este tipo de alimentos que pueden transmitir la listeriosis. No obstante, los alimentos que suponen un mayor riesgo son los listos para el consumo refrigerados, especialmente los que tienen una vida útil superior a 5 días.

Según la Food and Drug Administration (FDA) de los Estado Unidos, se recomienda a las embarazadas:

No comer:

  • Salchichas, fiambres y embutidos; a menos que estén recalentados y bien calientes.

  • Quesos blandos, como Feta, Brie y Camembert, quesos con venas azules, queso blanco, queso fresco, a menos que estén procesados con leche pasteurizada. Asegúrarse de que la etiqueta diga: “hecho con leche pasteurizada”.

  • Patés o pastas de carne para untar refrigerados.

  • Mariscos ahumados refrigerados, a menos que esté cocido, como por ejemplo, en un guisado. (El marisco ahumado refrigerado, como por ejemplo, el salmón, la trucha, el pescado blanco, el bacalao, el atún o la caballa, generalmente tienen la etiqueta “nova-style” (estilo Nueva Escocia), “lox”, “kippered”, “smoked” (ahumado) o “jerky” (salado). Estos pescados se encuentran en la sección de alimentos refrigerados o se venden en las fiambrerías de almacenes y tiendas de delicatessen).

  • Leche cruda (sin pasteurizar) o alimentos que contengan dicho tipo de leche.

Puede comer:

  • Patés o pastas de carne para untar enlatados o con estabilidad en almacenamiento (que pueden almacenarse en estantes sin refrigeración).

  • Mariscos ahumados enlatados o con estabilidad en almacenamiento.

  • Leche pasteurizada o alimentos que contengan leche pasteurizada.

Debido  a  su  gran  capacidad  para  sobrevivir  y  multiplicarse  en  condiciones  adversas, puede permanecer largo tiempo en superficies y maquinarias, protegiéndose en los llamados “biofilms”, por lo que es importante disponer de una adecuado plan de limpieza y desinfección de los utensilios y equipos de la cocina.

Además son necesarias unas recomendaciones de higiene generales para disminuir el riesgo de contraer listeriosis y otras enfermedades, como el lavado correcto de manos o llevar a cabo una correcta desinfección de frutas y verduras.

Le adjuntamos una Guía sobre Listeria: Medidas de Prevención y Control en los Establecimientos Alimentarios,  y un documento sobre ¿Qué podemos comer sin riesgo durante el embarazo?, editados por la Comunidad de Madrid.
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