PARÍS SE ENFRENTA A UNA PLAGA DE CHINCHES ANTES DE LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE 2024

"Nadie está a salvo", ha declarado Emmanuel Grégoire, teniente de alcalde de París que ha pedido "medidas coordinadas" entre las autoridades sanitarias y solicitó a la Primera Ministra, Élisabeth Borne, que organizara una conferencia sobre la lucha contra los chinches.

 

Los vídeos difundidos en las redes sociales muestran a los insectos, que se alimentan de sangre, por todas partes, desde trenes de alta velocidad hasta autobuses. También han aparecido en cines y en el aeropuerto Charles de Gaulle.

 

Las autoridades parisinas están trabajando para acabar con el problema tras las numerosas infestaciones en la ciudad francesa.

 

A diez meses de su inauguración, la ciudad se está preparando actualmente para los Juegos Olímpicos de París 2024, aunque según el ayuntamiento las chinches no suponen una amenaza para los juegos, sino una oportunidad para que todos colaboren.

 

En una ciudad como París, los turistas pueden recoger involuntariamente a los molestos pasajeros en sus maletas de un hotel infectado, viajar en metro u otros medios públicos y esparcir los insectos en los asientos.  

 

Las empresas especializadas en el control de plagas afirman que se han visto desbordadas en las últimas semanas, en tratamientos que suelen costar una media de 500 euros.

 

Según la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de la Alimentación, el Medio Ambiente y el Trabajo (ANSES), entre 2017 y 2022, más de uno de cada diez hogares franceses fue infestado de chinches.

 

Desaparecidos de la vida cotidiana en la década de 1950, "El repunte de las infestaciones de chinches en los últimos años se debe en particular al aumento de los viajes, al consumo que favorece la compra de segunda mano y a la creciente resistencia de las chinches a los insecticidas", según la ANSES. Su alto índice de fertilidad hace que, una vez que encuentran un lugar donde alimentarse y reproducirse, se propaguen rápidamente.

 

Las infestaciones por chinches suelen producirse en los lugares donde duermen o habitan las personas como hoteles, trenes, autobuses y cruceros. Se han encontrado chinches en hoteles y complejos turísticos de cinco estrellas y su presencia no está determinada por la limpieza o la higiene de los espacios y de las condiciones de vida en las que se encuentran.