LOS LUGARES PÚBLICOS CON MÁS GÉRMENES

Con la pandemia se presta más atención a la limpieza que nunca. 

 

El gel hidroalcohólico se ha convertido en un elemento inseparable para muchos y es difícil que se nos pase por alto lavarnos las manos al volver de la calle.

 

Este renovado interés por la higiene nos ha hecho mirar los objetos que nos rodean de forma diferente. En efecto, hay lugares que por su exposición pública son más propensos a acumular gérmenes que otros:

 

1.     Piscinas y parques acuáticos

 

En ellas no solo nadamos las personas sino también se mantienen en sus aguas muchos microorganismos, algunos de ellos patógenos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la principal fuente de virus y bacterias en los baños de agua dulce son las heces, que pueden proceder de aguas contaminadas de las que se surte la piscina, de excrementos depositados accidentalmente por los usuarios y, cuando las instalaciones están al aire libre, de pájaros o roedores. También llegan gérmenes procedentes de la saliva, la piel y las mucosas de los bañistas.

 

Según datos del programa ‘Natación saludable’, del Center for Disease Control and Prevention, más de la mitad de las piscinas analizadas dieron positivo para Escherichia coli causante de múltiples infecciones gastrointestinales.

 

2.     El dinero

 

Según un estudio de MasterCard y la Universidad de Oxford, los billetes europeos contenían en 2013 una media de 26.000 bacterias que podían ser potencialmente perjudiciales para la salud. La moneda física cambia de manos al menos 55 veces al año, así que no es de extrañar que esté llena de gérmenes.

 

3.     Las cartas de los restaurantes 

Por las cartas de hostelería pasan cientos de manos al día y ello hace que acumulen más bacterias que incluso un cuarto de baño. Esto tiene una explicación: los inodoros se limpian al menos una vez al día, en profundidad, en cambio, las cartas se desinfectan con menos cuidado y de forma esporádica.

 

4.     Las pesas y las máquinas de gimnasio

 

Aunque seamos precavidos y coloquemos una toalla en la superficie antes de usarlas, es imposible evitar que las bacterias que acompañan al sudor pululen por el ambiente. A ello se une el hecho de que los usuarios acostumbran a usar camisetas y pantalones cortos, dejando la piel al descubierto y facilitando la proliferación de gérmenes.

 

Según un estudio realizado por FitRated, una bicicleta estática tiene 39 veces más bacterias que una bandeja reutilizable de cafetería. Por su parte, las pesas tienen 362 veces más gérmenes que el asiento de un inodoro.

 

5.     El carrito de supermercado

 

Manos sucias, estornudos, niños que se suben encima, restos de comida… y la higiene, en muchas ocasiones, brilla por su ausencia.  Según un estudio realizado por la Universidad de Arizona el 72% de los carros tienen bacterias fecales, procedentes del contacto con carne cruda o de pañales sucios de niños que se sientan en ellos.

 

6.     Rodajita de limón de los refrescos

 

Sin duda, un elemento “decorativo” muy usual y tradicional, pero un estudio de 2007 en el Journal of Environmental Health encontró gérmenes en el 70% de las rodajas de limón para refrescos.