LOS LAVABOS DE HOSPITALES PUEDEN CAUSAR INFECCIONES RESISTENTES A LOS ANTIBIÓTICOS

20 Abril, 2025

Las infecciones hospitalarias constituyen una creciente amenaza para la salud a nivel mundial, ya que las tasas de infección entre los pacientes hospitalizados han aumentado drásticamente en los últimos años.
 
Los fregaderos y los desagües del fregadero se han asociado con numerosas infecciones y brotes asociadas a la asistencia sanitaria especialmente de Enterobacterias, Pseudomonas spp. y otros bacilos Gramnegativos.
 
Algunos estudios han estimado que entre el 7-40% de las infecciones por Enterobacterias productoras de carbapenemasa (CPE) en pacientes hospitalizados son atribuibles a un fregadero, probablemente debido a las salpicaduras desde los desagües contaminados. 
 
El tratamiento de los pacientes infectados por CPE constituye un grave problema, ya que solo unos pocos antibióticos son activos frente a estas cepas.
 
Los desagües del fregadero comúnmente actúan como un acúmulo de nutrientes, químicos como el jabón y productos de limpieza, metales, desechos de los pacientes como fluidos corporales que contienen bacterias y metabolitos de medicamentos y residuos de antibióticos.
 
En la literatura científica, se han descrito varios brotes por CPE asociados a contaminación en los fregaderos y sus desagües, de los que aquí se relacionan algunos.

 
En un estudio del Hospital Universitario de Bruselas, la incidencia de nuevos pacientes con CPE aumentó de 1 caso en 2010 a 35 casos en 2015. Además, entre enero y agosto de 2015, cinco pacientes se infectaron con CPE durante su estancia en la misma habitación de la unidad de cuidados intensivos (UCI). Las muestras ambientales sugirieron que un fregadero contaminado fue la fuente del brote pues, además de otras cepas, Citrobacter freundii tipo OXA-48 se aisló tanto en los pacientes como en los fregaderos.
 
Las cepas aisladas de los pacientes y el fregadero en la habitación implicada estaban relacionadas y apuntaban a la transmisión desde el sumidero a los pacientes. En total, se descubrió que 7 de los 8 lavabos de las salas de aislamiento de la UCI estaban contaminados con CPE como Klebsiella, Citrobacter y E. Coli. El análisis genético confirmó un vínculo directo entre las cepas del paciente y el fregadero (PFGE).
 
El muestreo de aire ambiental confirmó la aerosolización de Pseudomonas, Serratia y Stenotrophomonas durante el uso del agua.
 
Para controlar el brote, los fregaderos y sus tuberías fueron reemplazados por otros nuevos con diferente diseño, se aplicó todas las mañanas una solución desinfectante y se mejoraron las prácticas de uso de los fregaderos, lo que llevó al cese del brote. No obstante, a pesar de todos los esfuerzos realizados, 9 de los 32 sumideros (28%) todavía eran positivos para CPE a finales de septiembre de 2015, después de finalizar el brote.

Brote en un hospital de Israel por Serratia marcescens.
 
En un hospital israelí, desde enero de 2016 hasta mayo de 2017, se detectaron 32 casos de CPE con tres fallecidos, de los que el 81% de ellos fueron debidos a la bacteria Serratia marcescens productora de OXA-48. El factor común en todos los casos fue el uso de cantidades relativamente grandes de agua del grifo. El mismo clon de la bacteria del brote se detectó en 16 sifones del desagüe del fregadero.
 
En este brote, se verificó que las salpicaduras de agua durante el lavado de manos pueden aerosolizar bacterias hasta 1 metro del desagüe, contaminando a superficies, personal y pacientes.
 
La eliminación completa de CPE de los sifones de los fregaderos no tuvo éxito a pesar de varios tratamientos de descontaminación y de varias sustituciones de los sifones, después de casi 1 año.

 
Tras el aumento de incidencia de CPE en el Central Manchester University Hospital durante 8 años, se llevó a cabo una investigación para determinar el impacto de las medidas de prevención y control de infecciones hospitalarias.
 
Se realizaron muestreos ambientales periódicos para identificar los posibles reservorios, con 927 muestras. Un total de 850 muestras procedían de lavabos/desagües/duchas/baños, 18 de retretes, tolvas o esclusas y 33 de lugares de contacto (incluidos teclados, pomos de puertas y esponjas y en 26 muestras el punto no estaba claro. 
 
Ochenta y cinco muestras (9%) fueron positivos para CPE. Entre los lugares positivos para la CPE se encontraban los desagües de las duchas y los lavabos. Entre los aislados, se encontraban Klebsiella spp. (n = 34), Enterobacter spp. (n =25) y E. coli (n = 11). Todos los cultivos CPE-positivos procedían de lugares relacionados con aguas residuales o la red de agua y ningún otro lugar analizado fue CPE-positivo.
 
 
En 2023, se realizó una investigación multicéntrica en 29 hospitales del Reino Unido, siendo un primer estudio a gran escala sobre la infraestructura y el diseño de los fregaderos de los hospitales.
 
De los 287 lavabos investigados, 111 estaban en las UCI, 92 en salas médicas y 84 en salas quirúrgicas; 36 estaban en las salas de preparación de medicamentos, 97 en las salas de los pacientes, 25 en las habitaciones de los pacientes y 88 en aseos de los pacientes. La distancia media entre el fregadero y el paciente fue de 1,5 m.
 
El 33 % (95/287) de los sifones de los fregaderos contenían residuos de antibióticos (Beta-lactamicos, fluoroquinolonas, sulfonamidas y tetraciclinas), especialmente en las salas de preparación de medicamentos. Estos residuos de antibióticos están relacionados con la eliminación del antibiótico metabolizado en los desechos del paciente (por ejemplo, fluidos corporales desechados), o como medicamentos sin usar.
 
Sólo el 53 % de los fregaderos de áreas del paciente cumplían con las normas nacionales de diseño y el 34 % de los fregaderos mostraron salpicaduras más allá de los límites de la pila, lo que representa un riesgo para los pacientes y las superficies situados alrededor.
 
 
Se realizaron un total de cuatro muestreos durante 1 año (marzo de 2022 a marzo de 2023) en cinco salas diferentes de un hospital de Mallorca [UCI, Medicina General (GM), Hematología (H), Unidad de Corta Estancia (UCE) y Laboratorio de Microbiología (MS)]. 
 
Todas las muestras se cultivaron en medios selectivos y no selectivos, detectando 1.058 aislados identificados. Si bien los géneros bacterianos fueron en gran medida similares a través de las salas y los tiempos de muestreo, siendo Pseudomonas y Stenotrophomonas los más frecuentes, se detectaron diferentes especies en cada muestreo, lo que indica que no había pérdida de diversidad. 
 
Las pruebas de susceptibilidad a los antibióticos revelaron que todos los aislados analizados, excepto uno, eran multirresistentes, incluidas especies clínicamente relevantes, como P. aeruginosa y K. pneumoniae. Los desagües hospitalarios pueden servir como reservorios para patógenos conocidos y emergentes que exhiben alta resistencia a los antibióticos. 



Recomendaciones de prevención en los fregaderos del hospital.
 
Actualmente, los datos publicados han demostrado consistentemente que los fregaderos son un reservorio para algunos patógenos habituales asociados a las infecciones hospitalarias, como las CPE. Sin embargo, las estrategias preventivas no están lo suficientemente claras.
 
Se ha propuesto que se realice una asistencia sanitaria "sin agua" y la eliminación de fregaderos en las zonas críticas pues se ha constatado una reducción en la colonización de patógenos y de las infecciones asociadas a la atención sanitaria.
 
Sin embargo, las Guías para el diseño de hospitales aconsejan que haya fregaderos en las instalaciones de cuidados intensivos para promover la higiene de las manos y proteger a los pacientes de las infecciones adquiridas en el hospital. Es obvio que la eliminación de los fregaderos dificultaría el lavado de manos, que es eficaz contra otros patógenos asociados a la atención médica como Clostridium difficile o norovirus. 
 
La estrategia “sin agua” también se basa en alternativas como las toallitas húmedas preenvasadas, pero también tienen mayores costes y problemas medioambientales al ser desechadas y además se han visto implicadas en algunos brotes de infecciones, con varios fallecidos. En esta estrategia “sin agua”, se permite el uso de agua embotellada para higiene buco-dental, bebidas, afeitado, preparación de medicación,… 
 
Un estudio ha demostrado que la eliminación de los lavabos de todas las habitaciones de los pacientes y la introducción de la atención "sin agua"  al paciente se asocia con un número estadísticamente menor de pacientes de la UCI que se colonizan con bacilos gramnegativos, especialmente entre los pacientes con una estancia prolongada.
 
Los diferentes estudios proponen que la prevención de infecciones asociadas a la atención médica por CPE requiere tanto un rediseño de las infraestructuras como un cambio en el uso y el mantenimiento del fregadero.
 
Además de las estrategias de prevención y aislamiento y manejo de las infeccione hospitalarias, estas son algunas normas que recomienda el CDC que pueden ayudar a que haya menor contaminación en los fregaderos y dispersión de las bacterias hacia los pacientes:
 
·      Asegurarse de que haya al menos 2 metros entre los fregaderos y las camas de los pacientes.
 
·      No dejar equipos de atención al paciente o artículos personales en las encimeras junto a los fregaderos.
 
·      Instalar los desagües en posición lateral y no en el fondo de la pila.
 
·      Disponer los grifos de forma elevada, provistos con desplazamiento para que no viertan directamente sobre el desagüe y las pilas deben tener la profundidad adecuada para minimizar las salpicaduras.
 
·      Regular la presión del agua utilizada en los sumideros de las áreas de atención al paciente para minimizar las salpicaduras cuando se utiliza el flujo máximo de agua.
 
·      Instalar protectores contra salpicaduras en los fregaderos junto a las áreas de preparación de medicamentos.
 
·      Sustituir aquellos equipos que se encuentren deteriorados o con diseños no adecuados.
 
·      Utilizar los lavabos exclusivamente para la higiene de las manos.
 
·      Prohibir la eliminación de desechos clínicos o líquidos del paciente al fregadero porque pueden contener antibióticos.
 
·      Cerrar siempre las tapas del inodoro antes de tirar de la cadena o al menos cualquier puerta que separe el inodoro de otras áreas de atención al paciente.
 
·      Cierre de las salas y espacios donde se detecte contaminación en los lavabos.
 
·      Realizar una limpieza y desinfección diaria con agentes antimicrobianos del lavabo, grifo y encimeras, utilizando productos de destruyan el biofilm.
 
·      Muestreo ambiental periódico, incluyendo también cultivos de aire ambiental y superficies.
 
¿Qué es un sifón del fregadero?
 
Un sifón es un mecanismo de cierre hidráulico que conecta los desagües con las tuberías y bajantes del edificio. Está fabricado normalmente en plástico o metal y tiene forma de “U”.  La principal función del sifón es evitar que los olores no deseados de las materias que estén en descomposición salgan por el orificio del desagüe hacia la pila.
 
Para limpiar los sifones, hay que seguir los siguientes pasos:
 
  1. Poner un recipiente para retirar el agua que se vierta.
  2. Utilizar guantes y mascarilla
  3. Desmontar el tapón del codo y desenroscar la toma del desagüe.
  4. Separar las piezas para poder limpiarlas por completo con comodidad.
  5. Utilizar un producto biodispersante en el lavado y finamente aplicar un desinfectante autorizado, según las instrucciones del producto.