LOS CHINCHES DE LA CAMA Y SUS EFECTOS EN LA SALUD PÚBLICA

Las empresas de control de plagas desempeñan un papel importante en la salud pública en varias áreas como la prevención de enfermedades, la reducción de alergias o la seguridad alimentaria. 

 

Entre las diversas plagas relacionadas con la salud, los chinches son una de las más problemáticas con las que se enfrentan a diario.

 

A pesar de que no se conocen como vectores de enfermedades infecciosas, los chinches siguen afectando significativamente a la salud pública. Sus mordeduras pueden provocar erupciones cutáneas, infecciones secundarias y reacciones alérgicas, además de problemas de salud mental como ansiedad o trastornos del sueño. 

 

En los últimos años, los investigadores han examinado varias asociaciones entre los chinches y la salud pública. Estas son algunas de las cuestiones a valorar:

 

 

La asociación de chinches y anemia se ha reconocido durante algún tiempo e investigaciones recientes han proporcionado más datos. Se han publicado algunos informes en los que se encontró que las personas con anemia grave vivían en entornos fuertemente infestados de chinches. Un informe de 2020 describía la anemia de un paciente que se resolvió después de la erradicación de los chinches de su domicilio.

 

Ya en 1962, investigadores de la India informaron que los chinches generalizados en una gran ciudad podrían ser un factor agravante para la anemia encontrada entre los bebés y niños de esa área.

 

En 2021, una publicación en el American Journal of Emergency Medicine hizo una revisión de más de 5.000 historiales médicos de pacientes. Los autores encontraron que las personas que vivían con infestaciones de chinches tenían un 61 por ciento más probabilidades de sufrir anemia que las que no tenían estas infestaciones. 

 

El SARM es el acrónimo de Staphylococcus aureus resistente a meticilina, una bacteria que causa infecciones que tienden a ser graves. 

 

En 2021, investigadores de la Clínica Mayo y la Escuela de Medicina de Sanford informaron en un análisis retrospectivo de pacientes de Ohio, con y sin infestaciones de chinches. Un hallazgo que encontraron fue que las personas con ciertas infecciones por estafilococos eran significativamente más propensas a tener infestaciones de chinches. No obstante, los investigadores señalan que la razón no está clara y que se necesitarían más investigaciones para afirmarlo categóricamente.

 

Un estudio de 2023 fue el primero en demostrar que los chinches pueden adquirir SARM alimentándose a través de una superficie contaminada y luego transmitir las bacterias a otra superficie incluso después de siete días. Los autores del estudio señalaban: "Estos hallazgos proporcionan el primer apoyo experimental para la hipótesis de que los chinches pueden contribuir a la transmisión de SARM en algunos entornos".

 

Si bien la investigación ha demostrado que las mordeduras pueden conducir a infecciones secundarias de la piel y que rascarse puede provocar que las bacterias entren en el cuerpo, actualmente no se reconoce que en situaciones normales los chinches puedan trasmitir estos patógenos de una persona a otra. De hecho, actualmente no se sabe si los chinches puedan ser vectores relevantes de SARM o cualquier otra bacteria.

 

 

La histamina es una molécula que desempeña varias funciones en el cuerpo humano como ayudar al cerebro a mantenerse alerta, a producir ácido en el estómago o a mejorar el sistema inmunológico. Sin embargo, si nuestros cuerpos producen un exceso de histamina, esta puede causar hinchazón, congestión, picazón, diarrea e inflamación.

 

Un estudio de 2022 demostró que los chinches excretan grandes cantidades de histamina. También un análisis reciente de los niveles ambientales de histamina en los apartamentos infestados encontró una importante concentración de histamina alrededor de la cama de las unidades infestadas. Los niveles fueron casi 20 veces más altos que las viviendas no infestadas, pero aún no se conoce hasta qué punto la histamina excretada por los chinches puede afectar a la salud humana

 

Otras investigaciones han demostrado que los efectos de la exposición a la histamina exógena pueden incluir picazón y erupciones cutáneas, problemas gastrointestinales, cardiovasculares y respiratorios. Dado que la histamina excretada por los chinches se concentra más alrededor de donde las personas pasan aproximadamente ocho horas al día, de hecho, puede representar un riesgo significativo para la salud humana.

 

Las mordeduras de los chinches pueden desencadenar nerviosismo, ansiedad e insomnio. Los chinches comúnmente generan un efecto de preocupación constante y sentimientos de vergüenza. 

 

Un estudio de personas expuestas a chinches encontró que alrededor de la mitad tenía dificultades para dormir y aislamiento social asociados con la infestación.

 

En un 81 % de las 135 publicaciones en Internet sobre infestaciones de chinches, se observaba de tres o más comportamientos comúnmente asociados con el trastorno de estrés postraumático: reacciones como el recuerdo del evento a través de pesadillas, respuestas de miedo e hipervigilancia. 

 

En seis publicaciones alertaban de limpiezas intensas y repetidas de hogares u oficinas y en otras cinco se informaba de la evitación persistente de personas, actividades y lugares que podrían conducir a la transmisión de insectos o despertar recuerdos del encuentro con los chinches. Incluso en cinco publicaciones se referían pensamientos e intentos suicidas o sobredosis de drogas por parte de personas en contacto con chinches.