LAS DEPURADORAS DE AGUAS RESIDUALES SON INSTALACIONES CON RIESGO DE LEGIONELLA

Recientemente, se ha publicado la actualización de la Norma UNE 100030 de Prevención y control de la proliferación y diseminación de Legionella en instalaciones. Esta norma tiene por objeto proporcionar, criterios y orientaciones para la prevención y el control de la proliferación y diseminación de las bacterias del género Legionella.

 

Según su texto, “Se aplica a las instalaciones que utilicen agua en su funcionamiento, produzcan aerosoles que puedan ser susceptibles de convertirse en focos para la propagación de la enfermedad, durante su funcionamiento, pruebas de servicio o mantenimiento.” En el apartado de las instalaciones implicadas, esta actualización de la Norma incluye a las Plantas de tratamiento de aguas residuales urbanas e industriales (EDAR).

 

Las EDAR recogen las aguas procedentes de una población o una industria, y tras varios tratamientos y procesos, las devuelven a un cauce receptor como un río, embalse, mar, ...o permiten la reutilización del agua depurada para determinados usos.

 

En la bibliografía, se pueden encontrar varios estudios que demuestran la presencia de Legionella en las aguas y fangos de las EDAR y durante el proceso de tratamiento, que pueden dispersar aerosoles con Legionella y causar la Enfermedad del Legionario. Por otro lado, cada vez hay más publicaciones que demuestran que las EDAR son una fuente de infección de casos y brotes de Legionelosis.

En una investigación realizada en Noruega, se analizó el agua de EDAR industriales y urbanas para detectar la presencia de Legionella. Como resultado, se encontró que la mayoría de las muestras (99%) eran Legionella spp. positivo por PCR, mientras que mediante cultivo sólo pudo detectarse en un 16%, debido a la presencia de gran cantidad de flora interferente. Por ello, este estudio también indica que la PCR podría ser el método preferible para la detección y cuantificación de Legionella en muestras procedentes de EDAR.

 

La aireación de aguas residuales en estanques de aireación desempeña un papel en la propagación de Legionella, permitiendo que la bacteria se propague a una distancia de más de 3 km.

 

Según un estudio holandés, en el período 2013-2018, los casos de enfermedad del legionario tuvieron una mayor exposición a los aerosoles de las EDAR que los controles, lo que indica que la exposición a los aerosoles dispersados desde las EDAR pudo causar legionelosis en los enfermos que vivían cerca de las EDAR.

En 2016 y 2017, se identificaron dos plantas de tratamiento de aguas residuales en los Países Bajos como fuente probable de infección de varios pacientes con legionelosis. En Finlandia, también se declararon dos casos de Enfermedad del Legionario en 2005 cuyo origen se demostró que procedía de una EDAR industrial.

También en España, en la comarca del Vallés (Cataluña), se ha relacionado un brote de enfermedad del legionario ocurrido en 2019 con una EDAR, al encontrar una similitud microbiológica entre la Legionella encontrada en los enfermos y en una EDAR cercana. (Legionella pneumophila serogrupo 1 Knoxville ST 1581).

No obstante, el nuevo Real Decreto 487/2022, de 21 de junio, por el que se establecen los requisitos sanitarios para la prevención y el control de la legionelosis no incluye a las EDAR en su ámbito de aplicación.

 

Sin embargo, cuando el agua resultante de la EDAR se reutilice en los usos establecidos por el Real Decreto 1620/2007, de 7 de diciembre, por el que se establece el régimen jurídico de la reutilización de las aguas depuradas, sí que están obligados a realizar una serie de medidas preventivas y controles de Legionella sobre esta agua (si existe riesgo de aerosolización).

Una última publicación de octubre 2023 en Holanda plantea que las EDAR son posibles fuentes de LD y deben tenerse en cuenta durante la investigación de la fuente de casos y brotes de legionelosis. En este estudio, el 18% de las ETAP con riesgo moderado a alto dieron positivo a Legionella spp. aunque la proporción real de EDAR con Legionella positiva puede ser mayor, ya que el método de cultivo no detecta concentraciones bajas de Legionella en las aguas residuales o con abundante flora interferente. 

Finalmente, recomienda un plan de gestión y prevención, con vigilancia operativa de la EDAR y un plan de muestreo. Para evaluar los riesgos de las EDAR, es crucial que se conozca la ubicación de dichas instalaciones, por lo que se recomienda su registro. En el caso de las EDAR aún por construir o cuando se instalen nuevas tecnologías de tratamiento, se recomienda garantizar