¿En qué coches prefieren defecar las palomas de las ciudades?

Uno de los daños más comunes a los que está expuesto el coche al estacionar en la vía pública es un golpe, un rayajo en alguna de las puertas o un retrovisor roto, aunque hay que pensar siempre en los daños severos que puede sufrir la carrocería por los excrementos de los pájaros.

 

Las heces de las palomas pueden ocasionar importantes desperfectos en la pintura. Al aparar el coche debajo de un árbol o una farola lo convierte en un blanco perfecto para que las palomas depositen sus excrementos. Si el vehículo se deja durante varios días el aspecto que adquiere puede llegar a ser repulsivo.

 

Los excrementos de las aves son uno de los agentes más agresivos para la pintura de los coches, porque contienen elementos químicos que pueden causar daños en la carrocería de los coches. Por esta razón, es importante limpiarlos lo más rápido posible y siguiendo ciertas directrices para que la capa más superficial no resulte dañada de manera permanente.

 

The British Trust of Ornitology realizó un estudio durante un par de días en el que observaron más de 1000 coches en cinco ciudades británicas. 

 

La conclusión de la investigación fue que las palomas prefieren hacer sus necesidades sobre los coches de color rojo.

 

Más concretamente, el 18% de los vehículos afectados por estos excrementos eran de color rojo, seguido por un 14% azules, 11% negros, un 7% blancos y tan solo un 1% de coches verdes

 

 

Al carecer de dientes con los que poder triturar la comida antes de digerirla, el aparato digestivo de las aves está diseñado para trabajar con elevadas concentraciones de ácido capaces de disolver casi cualquier cosa. 

 

Esto hace que sus excrementos sean también especialmente ácidos y por eso son tan agresivos con las pinturas de los coches o la ropa. El ácido ataca al brillo y al color y provoca que la pintura se ablande, de modo que queda más expuesta a abrasiones y rayaduras. 

 

Estos son algunos consejos para eliminar de la pintura estas incómodas heces sin estropearla:

 

1.     Retirar las heces cuanto antes, pero no se debe hacer nunca en seco. Es más recomendable hacerlo con una manguera a presión que en un autolavado con rodillos pues es mejor que no se frote esa pasta ácida y con abrasivos

 

2.     Humedecer la mancha con agua tibia echando poco a poco el agua sobre el excremento del pájaro. Con ello se consigue reducir su acidez al diluirlo y también se ablanda para que sea más fácil desincrustarlo. Si no hay agua a mano, se puede usar la del limpiaparabrisas levantando las escobillas para que no barran el cristal, colocar un trapo sobre el surtidor de agua y conectar al lavaparabrisas. Con el trapo mojado se puede escurrirlo o humedecer un poco la mancha.

 

3.     Retirar la mancha: cuando ésta está ya húmeda, retírala con un trapo suave y sin hacer presión sobre la carrocería, pero no hacerlo de una sola pasada ni con la misma parte del trapo; darle la vuelta y enrollarlo para evitar que las partículas sólidas y abrasivas del excremento rocen la pintura.

 

4.     Se puede usar un aflojalotodo (el 3 en 1). Este tipo de aerosoles contienen un aceite muy diluido y penetrante con agentes desincrustantes. Con este producto se consiguen dos cosas: ablandar el excremento y desincrustarlo, y lubricar la superficie de la pintura para que luego no la rayemos al pasar el trapo para quitar la mancha. Sin embrago, no debemos hacerlo sobre piezas plásticas o de goma, pues los aceites suelen atacar estos compuestos.

 

5.     Encerar la carrocería entre una y dos veces al año asegura que los nuevos acabados de pintura puedan resistir mejor los ataques más duros de las palomas.