El cambio climático y la transmisión por mosquitos del virus del Nilo Occidental

27 Junio, 2024
Recientemente, se ha publicado un estudio denominado Los inviernos cálidos se asocian a una circulación más intensa del virus del Nilo Occidental en el sur de España, que muestra la singularidad de esta infección asociada al cambio climático.
  
¿Qué es el virus del Nilo Occidental?
 
El virus del Nilo Occidental (VNO) es un microrganismo que tienen su reservorio natural y circula principalmente entre las aves. Se transmite principalmente por los mosquitos del género Culex, en particular Culex pipiens, pero también es posible que lo transmitan piojos, garrapatas y moscas. 
 
Dicho virus se mantiene gracias a un ciclo de transmisión mosquito-ave-mosquito. Los seres humanos y los équidos se consideran huéspedes finales del virus por lo que no transmiten la enfermedad, pero sí que la padecen.
 
La infección por VNO en personas no suele causar síntomas en el 80% de los casos, pueden producir síntomas leves en el 19%, tales como fiebre y dolores musculares, pero en el 1% de los casos pueden producir casos graves, con meningoencefalitis e incluso la muerte.

España presenta en la actualidad una situación endémica de la enfermedad debido a que reúne unas condiciones favorables para el mantenimiento y la circulación del virus. 

Esta situación se ve favorecida por la variedad de posibles reservorios, la proximidad a zonas endémicas como África y Oriente Próximo, las características ecológicas y climáticas, las rutas migratorias de aves procedentes de áreas afectadas y la presencia de vectores ampliamente difundidos por la geografía española.

El primer caso en humanos en España se registró en 2004 y se declararon unos pocos casos esporádicos hasta 2020, cuando surgió un brote sin precedentes que causó 77 casos clínicos y ocho fallecidos en Andalucía.

 Relación con el cambio climático.
 
Varios estudios sugieren que las condiciones climáticas pueden afectar la incidencia del VNO en Europa, aunque hasta ahora hay pocos estudios que hayan permitido analizar las relaciones entre el clima y la incidencia del virus VNO a largo plazo.

El estudio publicado ahora por investigadores de diferentes Instituciones españolas es el primer estudio en Europa que analiza una misma población de aves como la Focha común (Fulica atra) durante 16 años para investigar cómo las variaciones climáticas pueden afectar la presencia de anticuerpos frente al VNO en esta especie de ave.
 
Entre 2003 y 2020 se analizaron 2.724 muestras de suero de 1.707 fochas comunes (Fulica atra) para detectar la presencia de anticuerpos específicos contra el VNO. La seroprevalencia anual media fue del 24,67 %.
 
Se observaron correlaciones positivas significativas entre la seroprevalencia y la temperatura máxima invernal y la temperatura media primaveral. 
 
También se ha observado que el brote sin precedentes de VNO en humanos en el sur de España en 2020 fue precedido por un periodo prolongado de aumento de la circulación local del VNO.
 
Los animales expuestos al virus del Nilo desarrollan infecciones de corta duración, usualmente una o dos semanas, y anticuerpos que terminan haciendo desaparecer el virus del organismo. 
 
El estudio demuestra que, a mayor temperatura en el invierno, la proporción de aves que presentaran anticuerpos frente a VNO en el otoño siguiente será mayor, que significa que un invierno cálido puede favorecer un aumento de la incidencia del VNO en el año siguiente.
  
En España, las temperaturas invernales han subido un promedio de 1º C en la zona del suroeste en las últimas dos décadas. Con esta tendencia, se espera una mayor incidencia del VNO en España durante los próximos años. 
 
Para evitar que haya casos de VNO en humanos o équidos es necesario diseñar estrategias con programas de vigilancia de la enfermedad, control de mosquitos y más información ciudadana. 
Descarga el estudio