Detectada Legionella en un 71 % de los sillones dentales de Holanda

03 Mayo, 2024
Los sistemas de agua de las unidades dentales son propensos a la formación de biofilms de los que algunas partículas pueden desprenderse como aerosoles y ser inhaladas por el paciente o por el personal, pudiendo causar infecciones.
 
La relación entre la contaminación microbiológica del agua de la unidad dental y el riesgo de infección no está muy confirmada pero esta indefinición podría deberse a la falta de investigación de la unidad dental como origen de una infección respiratoria tras un tratamiento odontológico.
 
Para valorar la calidad del agua de las unidades dentales en los Países Bajos, la Real Asociación Dental Holandesa (KNMT), proporciona directrices para el control de infecciones y aconseja que las clínicas dentales controlen la calidad microbiológica del agua de la unidad dental dos veces al año. El agua no debe contener más de 100 unidades formadoras de colonias por mililitro (UFC/ml), según el recuento de placas heterotróficas (HPC). 
 
Si hay más de 104 UFC/ml, debe realizarse un análisis para detectar la presencia de Legionella. En caso positivo, la consulta dental debe detener todos los tratamientos hasta que los recuentos de HPC y Legionella estén por debajo de los límites prescritos. Sin embargo, aunque la HPC proporciona una indicación general de la calidad del agua, solo admite el crecimiento del 0,25 % de los microorganismos acuáticos y no se considera un buen indicador de la presencia de Legionella spp.
 
Para conocer la carga microbiana y el microbioma del agua de las unidades dentales, así como los factores que influyen en su formación, se ha llevado a cabo un estudio microbiológico en la Universidad de Ámsterdam (Países Bajos).
 
Para ello, se tomaron muestras del agua de 226 unidades dentales y se determinaron los recuentos de bacterias totales heterotróficas (HPC). Además, se determinó el microbioma, mediante un análisis q-PCR en una muestra del agua del equipo tomada inmediatamente tras el periodo nocturno, en el que el biofilm se encuentra en estado relajado y el agua estancada. 
 
De todas las unidades dentales, el 61% superaba los parámetros microbiológicos de HPC recomendados en 100 UFC/ml.
 
Por otro lado, se encontró Legionella spp., amebas y hongos en el 71%, 43% y 98% de todas las unidades, respectivamente.
 
Las unidades dentales conectadas directamente al suministro de agua potable (n = 145) contenían un número significativamente mayor de Legionella spp que en las unidades que estaban conectadas a un depósito externo (n = 68).
 
La presencia de amebas se asoció positivamente con las concentraciones de ADN bacteriano y fúngico y de Legionella spp. pero no con el HPC.
 
Los autores del estudio afirman que el análisis del estado del biofilm, en combinación con las técnicas q-PCR, es una herramienta valiosa para controlar la presencia de patógenos oportunistas en el agua de las unidades dentales.
 
De ese modo, en los Países Bajos, la inmensa mayoría de las unidades dentales incumple los parámetros de control de infecciones y se detectan con frecuencia hongos, Legionella spp. y amebas. En el estudio se ha demostrado que una evaluación de riesgo basada únicamente en la determinación del HPC en el agua no tiene en cuenta la carga biológica máxima posible y, por lo tanto, no es suficiente.
 
Aplicación del Real Decreto 487/2022 en España.
 
Según la legislación española, los sistemas de agua a presión en tratamientos dentales son instalaciones susceptibles de convertirse en focos de exposición humana a la Legionella y, por tanto, de propagación de la legionelosis durante su funcionamiento.
 
Es responsabilidad de las personas físicas o jurídicas titulares de las consultas dentales el cumplimiento de lo dispuesto en el Real Decreto 487/2022 y estarán obligada a controlar y prevenir la proliferación de Legionella, mediante la aplicación de un Plan de Prevención y Control de Legionella o un Plan Sanitario frente a Legionella.
 
Estas instalaciones se deben limpiar y desinfectar al menos una vez al año, pero también cuando se pongan en marcha por primera vez, tras una parada superior a un mes o tras una reparación o modificación estructural. Además, deberán disponer de un programa de muestreo de análisis de Legionella con periodicidad al menos anual que deberá estar determinada el Plan de prevención.
 
Para controlar la formación de biofilms y garantizar la seguridad de los pacientes y el personal, tal y como exige la directiva europea sobre asistencia médica EU 2017/745, los fabricantes deben proporcionar un protocolo de desinfección que se puede realizar mediante la adición diaria al agua de una dosis baja de un agente antimicrobiano. Además, se puede realizar una descontaminación semanal con una alta concentración de agente antimicrobiano (dosis de choque) para reducir la carga de biofilm.
 
El cumplimiento estricto de un Plan de prevención de estas infecciones, apoyado por análisis periódicos, ha demostrado su eficacia para mantener bajo control el crecimiento de biofilms en los centros de odontología.
Descarga el estudio