CON UN MÉTODO ADECUADO, LAS AGUAS TERMALES PUEDEN DESINFECTARSE CON UNA PÉRDIDA MÍNIMA DE LAS PROPIEDADES TERAPÉUTICAS

La balneoterapia es cada vez más popular como terapia complementaria y una de las principales atracciones del turismo de salud. 

 

Las aguas terapéuticas han demostrado ser eficaces para muchas enfermedades y afecciones, principalmente diferentes dolencias reumáticas.

 

En algunos países, las piscinas termales no se tratan con los métodos habituales de filtración, recirculación y desinfección, para preservar las cualidades terapéuticas del agua. 

 

Sin embargo, la renovación frecuente del agua que se aplica en estas piscinas suele ser insuficiente para garantizar una adecuada calidad microbiológica del agua, suponiendo un riesgo de infección para los bañistas. 

 

En un estudio realizado en Hungría, publicado en el Journal of Water and Health, se ha investigado el impacto de la desinfección química con hipoclorito sódico o peróxido de hidrógeno sobre los componentes terapéuticos del agua en siete balnearios. 

 

La calidad microbiológica mejoró con ambos desinfectantes, pero el hipoclorito redujo la concentración de los componentes terapéuticos iones de sulfuro, bromuro y yoduro en un 40-99% y se observaron altos niveles de subproductos de la desinfección. 

 

En cambio, el peróxido de hidrógeno sólo afectó al ion sulfuro (91% de reducción), por lo que podría ser la mejor opción para preservar la composición química del agua y además, la eficacia del peróxido de hidrógeno no se vio afectada por la presencia de amonio.

 

Hay que tener en cuenta la limitación del estudio que sólo abarcó un pequeño número de piscinas, ya que la desinfección no se practica en los balnearios húngaros y tampoco se pudo investigar sobre diferentes composiciones de agua. 

 

Se comprobó que otros métodos como la refrigeración por dilución tenían un impacto significativo en la composición del agua, que a menudo superaba el efecto de la desinfección. 

 

No obstante, el estudio sólo abarcó un número limitado de piscinas, ya que la desinfección no se practica en todos los balnearios húngaros y tampoco fue posible investigar una gama más amplia de tipos diferentes de aguas. 

 

Asimismo, en las piscinas que aplican tecnologías más complejas, no siempre es posible discriminar el efecto de la desinfección de otras etapas de tratamiento del agua, como la recirculación o la filtración. 

 

A pesar de estas limitaciones, se demuestra que, mediante un adecuado sistema de tratamiento del agua, se puede garantizar una calidad correcta del agua en las piscinas terapéuticas, incluso en circunstancias adversas como la temperatura elevada, el agua rica en nutrientes y el elevado número de bañistas.

 

Finalmente, las conclusiones del estudio son que “las aguas termales pueden ser tratadas y desinfectadas con una pérdida mínima de los compuestos terapéuticos, si se selecciona un procedimiento de tratamiento adecuado basado en la composición del agua.”