AUMENTO DE LAS INTOXICACIONES EN FRANCIA AL USAR INSECTICIDAS PARA LOS CHINCHES

08 Enero, 2025

Aunque los chinches de cama eran comunes a principios del siglo XX, se hicieron raras en los países desarrollados a finales de la década de 1940 hasta la de 1950 con la introducción del diclorodifeniltricloroetano (DDT) y otros organocloruros. 
 
Sin embargo, desde finales de la década de 1990, ha habido un resurgimiento global de chinches. Muchos factores han contribuido a este resurgimiento:
 
·      La resistencia al DDT se informó ya a finales de la década de 1940, unos años después de su uso generalizado. El DDT está actualmente prohibido en los países desarrollados y ahora los piretroides son la clase de insecticidas más utilizada en los países desarrollados, aunque se ha informado ampliamente de resistencias. 
 
·      Más recientemente, las chinches han demostrado ser resistentes a nuevas estrategias de erradicación que combinan piretroides y neonicotinoides. Por lo tanto, las chinches de cama están particularmente bien adaptadas para resistir a los insecticidas, con mecanismos de resistencia que les dan resistencia cruzada a diferentes clases de insecticida.
 
·      Las estrategias de control de plagas, tanto químicas como no químicas, probablemente han sido inadecuadas. 
 
·      Además, el aumento de los viajes internacionales ha facilitado la propagación de chinches, desplazándose cepas probablemente altamente resistentes. 
 
·      Los chinches presentes en el transporte público pueden sobrevivir fácilmente a largos períodos de inanición mientras se transportan a largas distancias.
 
La exposición a los insecticidas en el control de chinches puede conducir a intoxicaciones en quienes aplican los productos y en los ocupantes de las áreas tratadas.
 
Entre 2003 y 2011, los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos identificaron 111 casos de enfermedades agudas asociadas con insecticidas utilizados para controlar chinches en EE. UU. Aunque 90 casos (81%) eran de baja gravedad, también se produjo un fallecimiento.



Estudio en Francia.
 
Dadas las crecientes preocupaciones en torno al resurgimiento de las chinches y los posibles impactos en la salud en torno al uso de insecticidas, se ha realizado un estudio de los informes de toxicidad humana registrados por los Centros Franceses de Control de Intoxicaciones (FPCC) durante un período de 23 años, entre 1991 a 2021.
 
Se declararon 1056 casos relacionados con la exposición a productos utilizados para el tratamiento de las infestaciones de chinches, aunque el primer informe ocurrió en 2007. 
 
Después de este caso, hubo un lento aumento de casos hasta mediados de 2016, cuando los informes subieron rápidamente y alcanzaron su punto máximo a mediados de 2019. 
 
Los incidentes fueron más frecuentes durante los meses de verano, con el 39% de los informes ocurridos entre julio y septiembre. Los informes mostraron una distribución geográfica heterogénea en toda Francia, con una concentración del 50% en París y sus alrededores, un área que representa < 15% de la población.
 
El lugar de exposición se registró en 675 casos (63,9%). De estos, 604 (89,5%) eran hogares privados y en el lugar de trabajo en 24 casos (2,3%). 
 
El tipo de insecticida utilizado contra las infestaciones de chinches se conocía en el 98% (n = 1038) de los informes. En más de nueve de cada diez casos, se utilizaron uno o más insecticidas químicos (principalmente piretroides).
 
En más de la mitad de los casos (52%), el pesticida había sido aplicado por un profesional que no advirtió a los clientes qué insecticida químico se utilizaba. 
 
Cuarenta y cuatro informes (n = 44) implicaban a un insecticida químico no autorizado para su uso contra chinches en la Unión Europea (Dichlorvos (n = 36), Malathion (n = 4), fosforo de aluminio (n = 3) y Rotenona (n = 3).


Las intoxicaciones se produjeron por malas prácticas de uso, como la aplicación excesiva del producto, la ventilación inadecuada después del tratamiento, la aplicación en espacios reducidos o el uso de ropa de cama tratada con insecticidas.
 
Si bien la mayoría de los informes fueron sintomáticos, la gravedad de los síntomas se mantuvo relativamente baja, generalmente manifestando como dificultades respiratorias, tos, dolor de cabeza, parestesia o náuseas. 
 
Estos hallazgos son consistentes con el perfil de baja toxicidad aguda bien establecido de los insecticidas aprobados para su uso contra las chinches en la Unión Europea, principalmente los piretroides.
 
Las exposiciones indirectas que afectan a los ocupantes de las instalaciones tratadas a menudo fueron por una reentrada prematura tras los tratamientos, que podrían atribuirse a una serie de factores: 
 
  • falta de conciencia sobre la aplicación del producto, como un nuevo huésped en una habitación de hotel; 
  • no planificación para el reingreso, como la búsqueda de llaves o alarmas de emergencia; 
  • comunicación insuficiente por parte de los aplicadores profesionales con respecto a los tiempos seguros de reingreso; 
  • una falta de familiaridad de los aplicadores domésticos con las instrucciones de uso de insecticidas. 
 
Además, se sabe que la aplicación excesiva de productos, la ventilación inadecuada después del tratamiento, la aplicación en espacios confinados o el uso de la ropa de cama tratada con insecticida, conducen a una alta exposición directa o indirecta. 
 
Por el contrario, los pocos casos que involucran a aplicadores profesionales sugieren que las medidas de seguridad en el lugar de trabajo generalmente se respetan.
 
Por ello, en caso de infestación por chinches en los domicilios o en los hoteles o cualquier otro lugar, lo aconsejable es contratar a una empresa de control de plagas con experiencia.
 
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