ASOCIAN EL INCREMENTO DE LA LEGIONELOSIS A UNA MEJORA EN LA CALIDAD DEL AIRE AMBIENTAL

20 Marzo, 2024
En las últimas décadas, se ha detectado un sorprendente aumento a nivel mundial de los casos de enfermedad del legionario. La incidencia entre 2000 a 2018 ha aumentado 9 veces en los Estados Unidos llegando cerca de los 10.000 casos, mientras en Europa los registros muestran incrementos similares.

Este aumento global está originando que la comunidad científica indague sus causas. Un equipo de investigadores de la Universidad de Albany de Nueva York (EEUU) han llevado a cabo un estudio para evaluar si el cambio de las condiciones ambientales influye en la proliferación de Legionella y poder así mitigar su riesgo para la salud pública.

Mayor superviviencia de Legionella

Durante el último medio siglo, gracias a la legislación medioambiental para reducir las emisiones de dióxido de azufre, los niveles de pH en la atmósfera han aumentado, con importantes beneficios para la salud humana y ambiental. 

Sin embargo, con menos dióxido de azufre en la atmósfera, las gotas de agua o aerosoles emitidos por las torres de refrigeración y otros sistemas de agua son menos ácidas, lo que facilita que la Legionella sobreviva, se transmita por el aire y siga siendo viable a medida que se propaga.

El estudio publicado valoró los efectos del dióxido de azufre atmosférico y las torres de refrigeración en el número de casos de enfermedad del legionario. De 1992 a 2019, los casos aumentaron a un ritmo similar al de disminución de la concentración de dióxido de azufre. 

Con datos georreferenciados de torres de refrigeración registradas en el Estado de Nueva York, se comparó el número de casos con las ubicaciones de las torres y se han encontrado datos que vinculan la proximidad de las torres y la incidencia de la enfermedad.

En el estudio, publicado en la revista ´Proceedings of the National Academy of Sciences Nexus´ se indica que las poblaciones ubicadas hasta 7,3 kilómetros de una torre de refrigeración tenían un riesgo significativamente mayor de hospitalizaciones por enfermedad del legionario. 

Esta distancia ha ido aumentando durante los últimos 20 años a medida que disminuyeron los niveles de SO2, lo que posiblemente prolongó la supervivencia de Legionella en el aire.

La conclusión del estudio es que “nuestros resultados sugieren que la disminución de la contaminación del aire con dióxido de azufre, que tiene muchos beneficios para la salud bien establecidos, origina una reducción de la acidez de los aerosoles emitidos por las torres de refrigeración, lo que puede prolongar la duración de supervivencia de la Legionella en las gotitas de agua contaminadas y contribuir al aumento de la incidencia de Legionelosis.”

Este resultado tiene implicaciones para la prevención de los riesgos de legionelosis y las intervenciones necesarias, ya que se espera que continúen los cambios en la concentración de SO2.

Asimismo, concluyen los autores que “los estudios ambientales diseñados para evaluar el efecto de las concentraciones de SO2 en el crecimiento, propagación y adquisición de Legionella, junto con las mediciones sistemáticas en laboratorio del impacto del pH en la capacidad de supervivencia de Legionella en gotas de agua, son difíciles pero necesarios para comprender mejor la asociación que se ha encontrado en el estudio.”
Descarga el estudio