ALGUNOS CONSEJOS PARA UN USO MÁS SEGURO DE LOS PLAGUICIDAS

13 Marzo, 2023
Los plaguicidas son productos útiles y muy valiosos en un plan de control integrado de plagas, pero pueden volverse peligrosos si no se aplican correctamente o no se almacenan de forma adecuada.

El uso seguro de plaguicidas es una práctica importante que puede llevarse a cabo con éxito recordando las siguientes tres P:

- Profesionalidad: Conocer los productos y sus requisitos de seguridad.  

- Protección del medio ambiente: Garantizar una exposición mínima a las especies que no son objetivo del tratamiento y mantener los productos fuera de las zonas sensibles desde el punto de vista medioambiental.

- Proteger a los profesionales de la gestión de plagas (PMP) y a los clientes: Comprender cómo manipular y aplicar los plaguicidas de forma que se proteja a sí mismo, a los compañeros de trabajo y al resto de las personas. 

Además de cumplir todos los requisitos que impone la legislación en materia de riesgos laborales y seguridad química, estos son cinco consejos para un uso más seguro de los plaguicidas: 

1. Leer la etiqueta y la ficha de datos de seguridad (FDS) para conocer los peligros potenciales al utilizar plaguicidas: El objetivo de las etiquetas de los productos y las FDS es proteger tanto al usuario como al medio ambiente, así como a los clientes y las mascotas. Es importante leer la FDS, que es un documento que contiene recomendaciones de seguridad más extensas de lo que indica la etiqueta. 

2. Utilizar el equipo de protección individual (EPI) adecuado para evitar lesiones: Es importante llevar protecciones como camisas de manga larga, guantes, mascarillas y gafas para proporcionar barreras físicas que eviten la exposición del cuerpo a los plaguicidas. 

2.1. Si no se utilizan correctamente, pueden producirse dos tipos de exposición: 

o Exposición aguda: Normalmente, un incidente en el que una cantidad tóxica del producto provoca consecuencias graves, a través de una de las cuatro vías de exposición: dérmica (piel), inhalatoria (pulmones), oral (boca) y ocular.

o Exposición crónica: Se produce a partir de pequeñas dosis de un ingrediente activo repetidas durante un periodo de tiempo más largo. Algunos efectos crónicos sospechosos incluyen malformaciones en recién nacidos, tumores, trastornos sanguíneos y trastornos nerviosos. 

2.2. No todos los respiradores y filtros son iguales. Asegúrarsese de realizar una prueba de ajuste y documentar que cada respirador que usa se ajusta específicamente a cada persona. Además, hay que asegurarse de que dispone de los filtros adecuados para los productos que se utilizan y saber cómo limpiarlos y sustituirlos.

2.3. Conocer los guantes correctos que se debe utilizar. Utilizar los tipos de guantes clasificados para el uso de productos químicos y fabricados con el grosor adecuado, tal y como se indica en las etiquetas. 

2.4. El EPI debe ser la última línea de protección frente a los riesgos químicos. Hay que disponer de un sistema de prioridades en el control para determinar qué acción es la mejor opción para cada situación. Si bien el EPI es una táctica importante en la protección contra la exposición, existen otros niveles previos de acción a tener en cuenta a la hora de determinar las mejores prácticas para controlar la exposición. 

2.5. Utilizar el producto menos peligroso para solucionar los problemas de plagas. Los productos menos tóxicos también son excelentes para eliminar o sustituir peligros, y normalmente requieren menos EPI. 

3. Practicar con un kit para derrames antes de necesitarlo realmente: hay que estar preparado para un derrame en el establecimiento de un cliente o en la furgoneta por la carretera. Hay que formarse y practicar antes del uso de cualquier plaguicida para que todos los técnicos estén familiarizados con los procedimientos, incluida la limpieza adecuada después del derrame.

4. Practicar con el almacenamiento y la eliminación de residuos: Guardar los plaguicidas en salas cerradas, con temperatura controlada y ventilación adecuada. En el caso de los vehículos, asegurarse de que todos los productos estén bien sujetos y leer y seguir la etiqueta para la eliminación adecuada de los productos y envases de plaguicidas.

5. Cuando se utilicen plaguicidas inflamables, es vital proteger al trabajador y al cliente: Muchos productos plaguicidas contienen aerosoles y propelentes a base de aceite que son inflamables y su uso inadecuado puede provocar un incendio o una explosión. Es importante mantener estos productos alejados de fuentes de ignición, como luces o interruptores eléctricos y disponer de un plan para verificar que no existen estas fuentes de ignición.