La Bacteria Legionella

Bacteria Legionella

Bacteria Legionella

La familia Legionellaceae incluye un único género, Legionella, que agrupa más 50 especies diferentes y un total de unos 70 serogrupos distintos. De todas las especies, destaca por causar más enfermedades la Legionella pneumophila, y particularmente los serogrupos 1, 4 y 6 responsables de la mayoría de las cepas que se encuentran en las infecciones humanas.

Otras especies importantes del género Legionella, capaces de originar enfermedad, son: Legionella micdadei, Legionella bonzemanii, Legionella longbeache o Legionella dumoffii.

Características morfológicas y fisiológicas

Los miembros de la familia Legionellaceae se caracterizan por ser gramnegativos y aerobios. En los cultivos primarios, se muestran como bacilos que miden de 0'3 a 0'9 μm de ancho y de 2 a 20 μm de largo, móviles con uno o más flagelos. No obstante se han observado diferentes formas inmóviles en tejidos clínicos y gran variedad morfológica en el interior de amebas.

Este microorganismo posee requerimientos nutricionales complejos y no crece en los medios de cultivo estándares. El medio α-BCYE es el medio primario para el cultivo y aislamiento de la bacteria, donde crece difícilmente en 8-10 días. La L-cisteina representa un ingrediente esencial para el cultivo, mientras que los iones hierro conjuntamente con los cetoácidos facilitan su desarrollo.

Factores ecológicos

La Legionella es considerada una bacteria ambiental, ya que su nicho natural son las aguas superficiales como lagos, ríos, estanques, aguas termales, ... aunque también se ha aislado en aguas marinas poco salobres y en agua de lluvia almacenada. Se ha aislado, así mismo, en una gran variedad de suelos húmedos (excepto en suelos altamente ácidos como la turba) y productos derivados de la madera.

En estos ambientes, nunca alcanza concentraciones altas y posiblemente se presente como forma parásita de amebas como Acanthamoeba, Naegleria, Hartmanella o Vahlkampfia ya que se ha encontrado en el interior de sus quistes, constituyendo así una forma de resistencia a las agresiones externas.

Desde estos reservorios naturales, la bacteria pasa a colonizar diversos sistemas de agua artificiales como son los abastecimientos de agua de las ciudades. Una vía importante de expansión, aunque no la única, sería la red de distribución de agua, ya que a través de ella se incorpora a los sistemas de agua sanitaria (fría o caliente) u otros que requieran agua para su funcionamiento y puedan generar aerosoles.

Multiplicación

Para que pueda llegar a ser infecciosa la bacteria, es necesario que se alcance en el agua una cierta concentración. Los factores primordiales favorecedores de su multiplicación en el medio, son los siguientes:

  •  Temperaturas adecuadas. El crecimiento de la bacteria es elevado en agua con temperaturas entre 20 ºC y 45 ºC y alcanza el óptimo alrededor de 37 ºC. A temperaturas superiores a 70ºC la Legionella muere, pero si no se alcanza esa temperatura en todos los puntos del sistema, los microorganismos que sobreviven pueden volver a multiplicarse.
  •  Estancamiento del agua.- las zonas muertas con una velocidad baja de circulación del agua.
  •  Suciedad, que garantiza la presencia de otros microorganismos (bacterias y protozoos) necesarios para la multiplicación de la legionela y de los nutrientes apropiados, que posibilitan la formación de biopelículas (biofilm) en las superficies internas de las instalaciones y conducciones. Este biofilm constituye un nicho ecológico que permite a los microoganismos compartir nutrientes y protegerse de posibles agresiones químicas como la acción del cloro y otros desinfectantes añadidos al agua.En spas y jacuzzis los altos niveles de "contaminantes" (grasas corporales, escamas de piel, lociones bronceadoras, bacterias, hongos y otras materias orgánicas) así como hojas, insectos, polvo, etc. en las torres de refrigeración pueden ser factores que incrementan la suciedad favoreciendo la multiplicación de la legionela.
  •  Materiales inadecuados, como la madera y otros orgánicos a base de celulosa, que propician el acantonamiento y multiplicación de microorganismos y dificultan la limpieza y desinfección de éstas.
  •  Corrosión e incrustaciones, que contribuyen a la multiplicación de la legionela a través del aporte de nutrientes (hierro, fosfatos, etc.) y favorecen el acantonamiento de la bacteria, con lo que dificulta las tareas de limpieza y desinfección.

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